(Olegario Saldívar)
Aumentaron los poemas.
Es natural, era algo previsible:
aumenta todo, sube el costo de
la vida y en consecuencia
aumentan los poemas:
Ahora hay más que hace una hora,
cada vez son más, no cuestan mucho.
Los números pueden estar inflados
pero nadie duda que en realidad se
elevan y seguirán haciéndolo, como
es natural. ¿Es natural?
Acaso lo único real de las cifras
sea su elevación. A nadie le importa
que los números sean falsos, nadie va
a elevar a juicio ninguna causa por emitir
algo falso: La mayor parte de lo que
circula entre nosotros es falso.
A los poemas no le importan los números,
ellos siguen aumentando: El crecimiento
genera oportunidades, los oportunistas lo
saben y no paran de crecer.
Algún poema oportuno pasa desapercibido
en el número, pero eso no lo altera: sabe que
en el fondo es sólo un número, y los números
no mienten (aunque pueden inflarse, para
elevarse)
Es lógico que el aumento del costo de la vida
incida en el costo de los insumos para la
producción de poemas.
Pero ellos hacen la vista gorda
y se mantienen ajenos a las leyes económicas:
La economía poética tiene sus propias leyes
y sabe como legislarse sola: que el mundo
vaya para donde quiera, con sus leyes numerosas:
Seguiremos creciendo igual de indiferentes
en nuestra isla, aunque se eleven las tasas
de desertificación y la evolución siga su
curso, acá nadie piensa en desertar.
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