(Encarnación Segura)
Dios te dio un cuerpo
mayormente comestible
que deberías agradecer.
Sábelo. Eso te iguala al sábalo
lo mismo que al gusano, o al
pequeño mamífero que cazó
tu gato, del cual todos descendemos
incluyendo a tu gato:
Él te ama, y lo expresa obsequiándote
el cadáver de un pájaro, o de una rata
como ésta.
No lo rechaces: Deberías agradecerlo,
es una ofrenda y una prueba de amor:
El amor de Dios es infinito,
y se prodiga en infinitas formas y
texturas encarnadas en distintos cuerpos.
Agradece a Dios tu cuerpo comestible
mayormente, capaz de incorporar cuerpos
tan diversos en tamaño, formas y texturas
como ningún otro.
Agradece tu metabolismo superior
al comulgar: El cuerpo de Dios es
de fácil digestión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario