(Rolando Doorland)
No romantices la preñez impúber
de tus cadáveres adultos.
Errores se cometen todo el tiempo,
somos solubles a intervalos regulares
y repetibles.
La confesión sólo alivia al pecador
confeso, más no repara ni redime
los excesos..
Dime cuánto hace que no te confiesas:
Es necesario que lo confieses todo
para poder comulgar y volver a cero.
Sé sincero.
-Tuve que insolventarme, Padre, pero
respondía al instinto de conservación.
-Es un buen atenuante, y al menos
conservaste la fe. Pero podrías haberte
invisibilizado y evitar el costo de tener
que insolventarte.
-No, Padre, ya había utilizado ese recurso
con éxito, pero esta vez no tenía escapatoria:
fui víctima de una captura de pantalla, y
pudieron rastrear mis antecedentes.
-Comprendo, hijo. No tienes que justificarte
ni victimizarte, nadie está libre de pecado en
este rebaño hediondo.
El Señor todo lo perdona, mientras conserves
la fe, y contribuyas con un aporte significativo.
-Pero Padre…
-Ante Él no puedes insolventarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario