(Hildebrando Sábilo)
El paraíso del parásito
no difiere mucho de ese otro
que supimos concebir:
Contempla casi las mismas
prestaciones y contiene todos
los humores más o menos próximos
propios de mortales y aspirantes.
Nadie podría sentirse demasiado
ajeno ahí, salvo un parásito no
reconocido.
Pero el reconocimiento, siempre
puede obtenerse con el tiempo, y
todo paraíso tiene sus parásitos.
Como el clavel del aire ¿O alguien
cree que se pueda vivir del aire?
Sí, tal vez en el paraíso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario