(Onésimo Evans)
Desacompasado pero seguro,
mi ritmo me acompaña siempre,
en las buenas y en las malas,
respire o no.
Es un ritmo binario, pude averiguar.
No soy un entendido en cuestiones rítmicas:
Es un ritmo binario y reproducible,
como todos, que tampoco son muchos:
Binarios y ternarios, después no hay nada,
salvo los estrafalarios como el de Take Five,
que son un fracaso porque nadie los sigue:
Cuesta más que cualquier otro,
¿A quién se le ocurre dividir por cinco,
un número primo?
A Dave Brubeck, un blanco infiltrado
en la música negra para alterar el orden,
como todo infiltrado.
¿Había necesidad? Es mejor mantenerse
dentro de lo conocido, aunque sea dudoso.
Yo sigo con mi ritmo: no será el mejor
pero es lo único propio que uno tiene
y es difícil que nos abandone por lo regular,
aunque a veces cueste seguirlo.
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