(Encarnación Segura)
Las almas carnívoras
son las más confiables.
Entre ellas, son preferibles
las carroñeras: Prestan un
servicio útil contribuyendo
a la higiene.
Hay almas que no tienen nada
que aportar, más allá de sus
residuos patológicos.
Agregan confusión, condenadas
a penar, buscan compartir las penas
y repartir las culpas.
Yo prefiero aquellas que no reniegan
de su metabolismo sospechoso
de insano.
Prefiero esas almas carroñeras
a las que se venden al mejor pastor.
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