Translate

miércoles, 8 de junio de 2022

El eje de la necesidad

 

(Onésimo Evans)

 

¿Cuántos ejes necesita un hijo?


¿Cuántos, cuáles, para crecer

derecho y desarrollar a pleno el

goce de todos sus derechos?


¿Cuántos esquejes hacen falta para

obtener un eje sano, bien plantado,

capaz de ejecutar todas sus funciones

sin fisuras?


¿Tenemos los ejes que necesitamos?


¿Tenemos los hijos que necesitamos?


¿Les damos el ejemplo que merecen?


¿Podíamos darle algo mejor?


¿Para qué sirven los hijos?


¿Para obtener sentido, canalizar fracasos,

frustraciones, proyectar y asegurar la

línea hereditaria y algún cuidado en

la vejez?


¿Cuántos ejemplares de hijos

es necesario producir para obtener

alguno que responda a esta

necesidad?


A veces no se piensa.

Para qué traer otro hijo a este mundo

¿No hay suficientes?


No se piensa, y llega el hijo impensado

(aunque tal vez deseado) con su pan

al hombro o bajo el brazo.


El mundo no nos lo pidió, más se lo

dimos. Sin pensar (no somos muy

dados a dar, menos a dar sin pensar)


Somos dados a hacer más que pensar

¿Qué estás pensando?


Ahora no se puede hacer nada:

lo hecho, hecho está.


Uno hace cualquier cosa por un hijo,

hasta puede perder el eje

y terminar adoptando uno ajeno:


(No mires esa paja, mal ejemplo

para el hijo que adolece)


La pérdida del eje paterno, puede

afectar al hijo en ejercicio.

Perdido por perdido, hay padres

que se vuelven a sus hijos,

e invierten su condición axial

pidiendo al hijo que vacila:

Sé mi eje.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Licencia Creative Commons
http//ahoraqueestasausente.blogspot.com se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.