(Epifanio Weber)
Tus metas no son tus metas,
no te ilusiones. Son parte de
un metabolismo que te excede,
tan ajeno como el cometa que
pasa una vez cada cien años,
y ni siquiera lo viste pasar.
No creas en metas ni en cometas;
el cometa no tiene ninguna meta,
sólo describe su órbita, que es
siempre la misma: un cuerpo
sin objeto, que dura bastante más
que el tuyo.
Nadie emite metas propias, la
propiedad es parte de la ilusión:
Tus metas no son tus metas,
son apenas metailusiones.
No emitas, no prometas, con cometas
excesos que no estén contemplados
en tu mandato metabólico.
Tu metabolismo no es muy distinto
del de otros organismos, algo menos
presuntuosos que circulan, sin otra
meta.
Todos los cuerpos tienen una duración
establecida o estimada, que no repara
en metas, en alturas pronunciadas o
en mesetas.
Mientras tanto, podemos circular
en libertad y observar las órbitas
que pasan: Describir una podría
ser una buena meta.
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