(Pascual Rambler)
Equipo que gana no se toca,
nosotros ganamos y ganamos;
no nos cansamos de ganar
y nunca nos tocamos,
ni nos dejamos tocar.
Alguna vez no ganaremos,
alguna vez nos va a tocar,
no se puede ganar siempre:
Hay que estar preparado
(Nunca nadie ganó siempre,
casi nada es para siempre)
Pero venimos ganando
y aspiramos a más. La mentalidad
ganadora nos impulsa a lo más alto
y a repetir la fórmula del éxito:
Jugamos a un toque, con velocidad
y precisión, forzando el error del otro
y atentos a aprovechar el error no
forzado que suele ser inevitable.
Creemos en el equipo, equipo que gana
no se toca.
Sabemos que alguna vez nos tocará
caer, pero la mentalidad ganadora lo
contempla y nos dispone a aceptar y
asumir la derrota con dignidad:
Un accidente ocasional no podrá mermar
nuestra confianza en el equipo y
su destino de grandeza.
Estamos preparados para todo,
venimos ganando y vamos por más:
La mentalidad ganadora nunca se conforma,
siempre nos repetimos: ¡Vamos, que todavía
no ganamos nada!
El hambre de gloria está intacta, nuestra fe
crece y se renueva, a diferencia del equipo,
que crece pero no se renueva:
Equipo que gana no se toca.
Hasta ahora la fórmula funciona, cuando llegue
el día en que nos toque caer y conocer el polvo
de la derrota, ahí nos vamos a tocar sin asco…
Y es probable que el entrenador meta mano
en el equipo, también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario