(Onésimo Evans)
Por qué se arrinconó, le preguntaron
a un arrinconado que yacía
en actitud sospechosa.
-No sé, yo no fui, creo que siempre
estuve aquí.
-Eso es dudoso, nadie se arrincona solo.
-Yo no fui, no hice nada para estar acá.
-Eso no aclara nada, si no puede
justificar su posición, su situación
se va a complicar más.
-¿Qué puedo hacer? ¿Debería abandonar
este rincón?
-No puede, ahora es tarde. La única salida
es confesar: Si ofrece una explicación
convincente, quedará libre de sospechas
y podrá salir de ese rincón y circular
con total normalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario