(Germán Singerman)
Ayer amanecí dormido.
No me sobresalté,
ya me había pasado y sabía
que podía superarlo.
Después, algo recuperado,
tuve la sensación de haber
soñado y quise recordar.
Fue en vano, no tenía registros
del sueño ya acabado.
Mejor así; si hubiera sido un
mal sueño o una pesadilla, lo
recordaría: Hay que ver lo
positivo.
Estas cosas pasan, como todo.
Amanecer dormido es tan natural
como despertarse en algún momento.
Hay que estar agradecido:
Ya es bastante haber amanecido.
Se debe agradecer la duermevela,
el ensueño y el estado alfa, así
como el alfalfar que sirve de alimento
a los animales que soñamos y tal vez
nos sueñan.
Hay que agradecer que todavía soñamos
¿Qué más se puede aspirar?
Agradecí mi suerte y, como era tarde,
me dispuse a conciliar el sueño.
Podría volver a amanecer dormido,
o despertar en medio de la noche
y desvelarme. No me inquietaba:
Todo pasa, hay quienes no despiertan
nunca y acaso tengan sueños por cumplir.
No sé si lo agradecen, yo creo que hay
que ser agradecido: No cuesta nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario