(Florencio Cusenier)
El mojón mojado no pregunta
cuándo parará:
El mojón se moja cuando llueve
pero sigue cumpliendo su función
sin dejar de ser mojón.
Está siempre en su lugar, aún en
las peores condiciones, no para,
no arruga; se mantiene erguido y
cuida su trabajo.
No sabe hacer otra cosa, es un
humilde mojón que fácilmente
podría ser reemplazado:
Cuida su trabajo: sabe que es
lo único que lo hace útil y no
afloja.
Llueva o truene, el mojón está
ahí, mojado o seco sirviendo
de guía al extraviado.
No te pierdas en abstracciones
inútiles, seguí el ejemplo del mojón
que cumple su deber, mojado o seco,
sin quejas ni reparos.
No pares, ni desvíes tu camino:
De casa al trabajo y del trabajo
a casa, dijo el líder popular que
también fue el primer trabajador.
Sigue la senda amojonada del mojón
que cuida y defiende su trabajo.
¿Qué harías sin él?
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