(Onésimo Evans)
El carnicero temprano amaneció.
El éxito de la réplica se mantiene
estable, observó con mesura:
la reproducción automatizada funciona
a ambos lados del mostrador.
¿Qué más se puede pedir?
La vida es una sucesión de mostradores
secuenciados donde repetir el pedido.
Afiló su perfil, repitiendo un
gesto soberano y útil para escapar
de las víctimas y salir al cruce de
labios sospechosos o cualquier
respuesta capciosa de las reses,
entonando una canción de cuna reseteada.
Era cuestión de evitar las notas
agoreras de los pesimistas de turno
que desconfían de todos los pesos y
medidas y avanzar a paso firme con la
pregunta conocida por el éxito, luego
exitosa.
Todo se corta en alguna parte, Ana,
la precisión en el corte facilita
la anastomosis.
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