(Remigio Remington)
Hace mucho que no me jacto, no sé;
creo que con los años fui cobrando
humildad.
Lo felicito ¿Cuánto hace?
No podría precisar…
¿Era de jactarse?
No estoy seguro, no puedo jactarme
de una memoria prodigiosa, pero no
lo descarto: Todos incurrimos, por lo
común, en alguna forma de jactancia,
y yo soy un hombre común.
No se vanaglorie, es posible que no
tenga nada de que jactarse, como la
mayoría de los hombres comunes.
Es verdad, lo reconozco; hay que ser
muy humilde para reconocerlo: es muy
probable que no haya ningún motivo
en mi vida que pueda ser objeto de
jactancia.
Bueno, tampoco hay que se tan riguroso,
uno arma argumentos con cualquier cosa.
La vanidad es parte de la condición humana
y también de una conciencia sana, tenemos
nuestros recursos…
Es posible, pero prefiero cultivar esta
humildad que, como ve, no tiene límites
ni me deja mentir: No conozco alguien
más humilde.
A eso quería llegar: Se jacta de poseer una
humildad superior, a la vez que se jactó de
no jactarse… Usted es un gran jactancioso.
Preferiría que suprimiera el adjetivo gran,
mi humildad no puede dejar de rechazarlo.
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