(Teodoro Losper)
La Sra. T.V. compra un pollo congelado,
y el mundo mira para otro lado.
La Sra. T.V. compra un pollo eviscerado,
despellejado, desosado, degollado y bien
conservado y envasado.
Y el mundo mira para otro lado.
La Sra. T.V. compra un pollo desempollado,
manufacturado, bien contaminado y frizado.
Y el mundo mira para otro lado.
¿Cuál de ellos tomó la decisión correcta?
Conclusión:
1-No todo el mundo mira a la Sra. T.V.
2-El mundo siempre mira para otro lado.
3-La suerte de un pollo no le cambia la vida
a nadie, salvo al pollo.
II
Ninguna mirada es inocente:
Desde una panóptica empática se diría
que la única mirada inocente es la del
pollo frizado, aunque está contaminado.
No existe el observador desinteresado,
ni el verificador independiente ni el
observador imaginario (aunque podemos
imaginarlo: una imagen vale más que
mil palabras)
Toda palabra puede ser objeto de observación:
basta un observador, al que si observamos sin
prejuicios, veremos que no es imparcial, ni es
neutral: tiene intereses, aunque no lo confiese
ni lo sepa.
Es mejor mirar para otro lado,
como todo el mundo, y aceptar
el sentido común que es fácil de
compartir y dice que está bien frizar,
rezar, consumir, degollar, aceptar y
compartir.
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