(Horacio Ruminal)
Si el horizonte se desploma
hay que apurar la espera
desempañar la mira
y empuñar la almohada
(sea de plumas, gomapluma
o espuma de goma -las hay
de materiales más dudosos-
lo importante es ser funcional)
Menos la espuma todo es obscuro,
por fuera de la espuma es más bien
dudoso lo que hay.
La espuma es, el resto está por verse,
hay que verificar -la espuma puede
ser seca y dura como la poesía, y
contener impurezas: negra y opaca
es la más pura-
II
El horizonte se ajusta a la realidad
del observador promedio, colmado
de ilusiones y aspiraciones truncas,
es lo más justo que conocemos.
Todos tenemos derecho a un horizonte
propio y al goce de la propiedad horizontal.
La realidad es dudosa y cambiante, pero
el horizonte se ve estable:
Se deja ver, pero nunca se alcanza.
Hay quien lo intenta y fracasa
hasta el cansancio: alcanzar cansa.
III
Si el horizonte se desploma,
hay que buscar el centro de atención
más próximo y mantener la calma
mientras se detecta el epicentro del
fenómeno.
Abrazar la almohada con pasión
proporcional al cuerpo de la espuma
o poliuretano, y mantener la posición
horizontal.
Si el horizonte se desploma
y la almohada se despluma:
no intentar nada hasta retomar la señal,
mientras se eleva una oración a algo
en sentido veritcal.
Lo importante es mantener la posición,
no abandonarla más allá del horizonte
-el horizonte es sólo ilusión, a diferencia
de la espuma, que sólo es-
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