(Gualterio Whiteman)
¿Tu cuerpo fracasó?
Hay buenas noticias:
Parece que no somos sólo eso,
hay algo más que esta carne
que vestimos.
Más allá de la materia semoviente
y lavable como nuestras culpas,
hay otras oportunidades:
Podrías intentar cultivar tu espíritu,
o alma, o como quieras llamarle,
desde ese cuerpo humilde y fracasado,
y aspirar a ser reconocido en las altas
esferas de lo sobrenatural, por encima
del abyecto mundo de la carne donde
todo es dolor, violencia y competencia,
comerse unos a otros para poder defecar
y plantar una bandera.
Podrías incorporarte a un emprendimiento
espiritual, con probar no se pierde nada.
¿Qué podría perder tu cuerpo fracasado?
No te des por perdido antes de muerto.
II
Otra buena noticia: No tendrías que resignarte,
aún reconociendo el fracaso que revela
ese cuerpo indeseable y desprovisto de interés
y valor de cambio:
Hoy disponemos de herramientas y recursos
para devolverle utilidad y agregarle valor,
reconvirtiéndolo para que puedas competir.
La competencia no se abandona, sino hasta
que ella nos abandone y nos quedemos sin
metas, en la soledad irremisible de un
metabolismo inútil.
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