(Epilobio Asking)
¿Tiene más valor una vida de sacrificio
que una consagrada al goce ocioso
y al vicio?
(El valor de cambio no es idéntico
al valor de uso)
Todo servicio es sacrificio,
podríamos invertir:
el sacrificio es inversión.
Lo único seguro, es que con o sin
sacrificio, en ambos casos la vida
termina en polvo, humo, ceniza.
El sacrificio es una conquista humana:
Desde muy temprano venimos ofrendando
cuerpos de animales diversos, sin excluir
a los semejantes, en cultos oficiales y
profanos:
El sacrificio nos hace más humanos,
es un Sacramento, y más:
El sacrificio es un negocio; se espera algo
a cambio; puede obtenerse, o no.
Dependerá de la Voluntad Divina.
Pero sabemos que sin sacrificio no se
consigue nada: Yo, cuando empecé
no era nadie, afirmaba un referente
exitoso. Todo lo que tengo es fruto
del sacrificio.
II
El trabajo es un sacrificio forzoso,
contemplado como mandato ancestral
por todas las creencias religiosas:
Una buena inversión; sacrificamos una
parte de la vida para gozar la otra.
Aceptando estas condiciones, nos
integramos a la cultura del trabajo
mientras otros cantan, juegan,
cultivan la lujuria o hacen poemas:
Comprobamos las bondades del sacrificio
y seguimos invirtiendo:
Somos lo que invertimos,
ahí está el valor.
El sacrificio es una buena inversión.
Es muy antiguo, y siempre funcionó.
Quien no sea capaz de invertir algo
propio, al menos debería ser capaz
de atraer la inversión ajena.
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