(Epifanio Weber)
Cuando todo haya sido digitalizado
nuestros valores digitales comenzarán
su decadencia, hasta ser reemplazados
por otros, tal vez más precisos
y confiables.
No podemos adelantar mucho: No
sabemos hacia donde va el munco,
la evolución no se detiene. Aún hay
un margen de error que reducir.
Siempre hay algo que reducir.
Lo conseguido, alcanzado, obtenido
siempre nos parece insuficiente,
todo nos parece poco: Pero no lo es.
La reducción avanza a valores más que
aceptables y auspiciosos, una realidad
incontestable:
Cada vez habemos más reducidores
y recuperadores urbanos. No es poco.
Ocurre que nuestra percepción de la
realidad, está signada por la insatisfacción
propia de nuestra naturaleza evolutiva; no
nos conformamos, siempre queremos algo
más.
Estamos diseñados para competir
y superar todos los escollos, tal es el
mandato biológico o divino que portan
nuestros genes, que como vanguardia
evolutiva nos impulsa a la perfección.
¿Acaso hay otro ser, ente u organismo
que pueda superarnos?
II
Estamos hechos para la alta competencia;
hemos sido capaces de doblegar y someter
a los más temibles predadores y superar
todos los contratiempos y desastres naturales,
incluso los que producimos.
Nos mantenemos en la cima de la carrera
evolutiva: Ya no tenemos predadores, pero
seguimos en competencia: Es fundamental
mantener y desarrollar el estado competitivo.
A falta de competidores, hace tiempo que
venimos compitiendo entre nosotros
para mantener el estado. Y no nos va mal:
Vamos ganando cómodos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario