(Onésimo Evans)
Botones de algodón a borbotones
para desabrochar a voluntad
nubes que brotan y flotan
en el aire, que es parte
del tiempo o viceversa:
su rebotar confunde
al observador más avezado.
¿Besó mares de algodón?
No sabe, no contesta:
Algo se desconectó,
se desabrochó.
Bebamos de estas fuentes
abrevadas, los excesos
desbordantes de pasiones
residuales.
Creo en el cuentapropismo
de la gota y en la libre empresa
del poeta empedernido
en un ángulo obscuro de
su ergástula.
No sabe lo que hace,
no sabe lo que es bueno.
Cuentapropista autosuficiente,
produce su propio veneno.
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