Translate

domingo, 28 de abril de 2024

El perro sordo

 

(Onésimo Evans)

 

El perro está solo

en su cucha,

en esa casa abandonada.


Vive solo, en la cucha

que está ahí, dentro de

esa casa abandonada.


No sale mucho de su cucha,

alguien le acerca algunos

restos de comida y así

se mantiene.


Nadie volvió a pronunciar

su nombre nunca, desde que

la casa quedó sola, abandonada

como un perro.


Quedó solo, en esa casa, con

su cucha algo deteriorada por

el tiempo abandonándola.


Parece haberse acostumbrado

a la soledad: Con el tiempo,

uno se acostumbra.


Tiene su cucha, eso le basta

aunque no escucha ninguna voz

llamándolo por su nombre -un

nombre humano, como todos

los que conocemos-


¿Habrá olvidado su nombre

con el tiempo? ¿Habrá perdido

el oído, el olfato, su identidad

canina con nombre propio?


¿No escucha el perro?


Tal vez haya sido un celoso guardián

en otros tiempos. Ahora está solo, en

su cucha en esa casa abandonada

y no tiene a quién avisar ni proteger:


El cartel, cuidado con el perro, casi

ilegible, pareciera ahora una burla.


¿Es vida la de ese perro?

¿O es la verdadera vida de perro?

¿Habrá desarrollado otras capacidades

para adaptarse a sucesivos abandonos?


¿Es la vida una casa abandonada?

¿O la cucha que yace dentro?


¿Es la seguridad de un lugar

de pertenencia, aunque haya

sido abandonado?


El perro no sabe hacer preguntas.

Seguro que ni sabe que es un perro.


Tiene su cucha, es lo que hay,

debe sentir: y es lo más seguro

que puede haber.


Acaso, lo único seguro ante tanto

abandono.


¿El perro escucha?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Licencia Creative Commons
http//ahoraqueestasausente.blogspot.com se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.