(Nicasio Uranio)
Estamos en el mismo barco,
dijo el roedor que oficiaba
de capitán: un mamífero como
cualquiera de nosotros.
Si se hunde, nos hundimos todos
en alguna medida. Hay algunas
medidas a tomar para mantener
el control y dejar de escorar:
Todas dolorosas y odiosas.
Me gustaría anunciar otra cosa,
pero Dios lo quiso así.
Su voluntad no es negociable,
no podemos hacer agua:
La mayoría de la tripulación
tendrá que sacrificarse por el bien
común. Estamos algo excedidos
en peso y en volumen:
Los excesos son peligrosos.
No podemos echar por la borda las
provisiones, ni arrojar al mar
nuestros recursos naturales.
Todo tiene un costo, créanme: Me
duele más a mí que a ustedes pero
no hay alternativa:
Las fuerzas del océano son impredecibles,
aunque contamos con las fuerzas del cielo
que siempre nos protegieron.
Estamos en el mismo barco, repito,
repitió el Capitán roído por la desazón.
Si se hunde, nos hundimos todos en
alguna medida.
No podemos hacer agua y debemos cuidar
la que nos queda y racionarla.
La decisión está tomada, ratificó la rata.
Sin sacrificio no se consigue nada.
Debo confesar que no fue fácil, pero había
que hacerlo, es mi deber como Capitán.
Créanme, yo soy uno de nosotros
y nunca los voy a defraudar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario