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lunes, 31 de marzo de 2025

Desembolso

 

 

(Valdemar Claramonte)

 

Se esperan importantes desembolsos.

Hay optimismo entre las autoridades

receptoras, un optimismo que también

se refleja en los medios receptores.


Se estima que el primer desembolso

está al caer, y se produciría en los

próximos días o en las próximas horas:

Se desconoce su volumen, pero reina

el optimismo.


Dentro del campo académico, los

economistas más conspícuos explican

los beneficios que traerán los desembolsos,

sin ocultar su entusiasmo:


Ellos también son receptores y, si bien

manejan un lenguaje propio, mayormente

indescifrable, se empeñan en transmitir un

poco de su conocimiento, para llevar

tranquilidad a los mercados y contagiarles

su entusiasmo.


Algunos, incluso condescienden a expresarse

en un lenguaje común y desprovisto, para

que todos entiendan y el desembolso sea

bien recibido por la opinión pública.


Ellos saben más que nosotros, y saben quienes

son los verdaderos receptores.


La opinión pública no tiene por qué saberlo:

De cualquier modo, tendrán que pagarlo,

como siempre.


Siempre funcionó, y no será la última vez.


domingo, 30 de marzo de 2025

Área restringida

 

(Remigio Remington)

 

Escribir un poema no es

más difícil que olvidarlo.


Muchos poetas suelen

actuar de oficio, pero el

verdadero profesional,


conocedor de su oficio, sabe

que antes de pasar a la acción

debe aceptar y asumir esa

condición:


Trabajar para el olvido


Luego, hay que estar a la altura,

sabemos que sin olvido no hay

cultura.


Si algo de la Historia perdura

en la memoria colectiva, es porque

pudo olvidar el resto con premura.


Entre todo aquello que olvidamos,

hay hechos terribles, abyectos y

oprobiosos de la historia antigua,

moderna y contemporánea.


Si olvidamos las cosas importantes

¿Cómo no olvidar poemas, que son

tantos?


sábado, 29 de marzo de 2025

La magia de la radio

 

(Carlos Inquilino)

 

Apaga la radio.

Deja pasar unos minutos,

vuelve a probar:  Faltaba más.

 

No importa quien sea el dueño,

elijas una frecuencia u otra,

todas tienen uno y todas

comparten el mismo fin:

Venderte publicidad.


El oyente busca una voz que

lo refleje, parecida a la suya.

Selecciona una frecuencia afín,

según su ideología y nivel

intelectual.


Por lo común la encuentra y

la identifica, cuando se identifica

no cambia:


No quiere que le vendan otra cosa.

No quiere que lo contradigan, ni

recibir publicidad o música que

no eligió y que la radio reproduce

mal.


Vuelve a apagarla.


Pero la radio funciona así, hay que

aceptar todo lo no deseado, para

acceder a esa voz con la que uno

podría identificarse y verse

reflejado por dos o tres minutos:



Vamos a una tanda y volvemos.

Seguimos juntos.


La radio funciona así. No está hecha

para estar encendiendo y apagando:

Esa función ya no responde bien

al deseo de su dueño.


Todos tenemos una vida útil. No importa

quien sea el dueño de la radio frecuentada.

Un consejo: Hacele caso a tu sed, seguí esta

flecha que va en tu mismo sentido, todos los

días podemos sembrar algo nuevo.


Si no fuera por la tanda, tendrías que pagar

para escucharnos. En cambio así, pagan los

anunciantes, y vos sos libre de consumir

todo lo que desees sin pagar un peso.


¿Sabés quién paga la publicidad?

Sí, el consumidor que también son vos.

Es un costo incluído en el precio final:


Todo tiene un costo, un precio y un dueño.


Sos dueño de elegir, sintonizar, y hasta

podés participar enviando un mensaje 

de voz.


La radio es información, entretenimiento

y otras cosas. Pero sobre todo, es una

compañía: ¿Creés que es mejor estar solo?


Bueno, quedate con tu idiolecto

y poné radio sin voz.





viernes, 28 de marzo de 2025

Malversación y valor agregado

 

(Epifanio Weber)

 

Malversa con fluidez

las babas y sufijos

de las vísperas.


No pregunta por su parte

en las habas que se cuecen.


Paso y quiero, es el mensaje

de su ritmo, y de todos los

que fluyen, a ambos lados del

presente.


Todos nuestros pasos

remiten a pisadas del pasado.


Pero nuestros fluidos vitales

siguen su curso, más allá del

bien y del mal:


Circulan sin descanso, y nos

acompañan hasta la muerte,

que aún no pudimos malversar.


Hay sangre bruta y sangre elaborada,

no difieren demasiado; confiamos

en los entes calificadores, así como

en la división del trabajo y en la

tracción a sangre.


El poeta dilapida su tiempo

cuando es malinterpretado.

Pero es reacio a los análisis de sangre,

y descree de las prácticas extractivas.


Los valores que arroja la sangre, como

todos, provienen de la malversación,

de libre reproducción como todo lo que

circula.


¿Por qué Pitágoras proscribía las habas?


Menos averigua Dios, y perdona,

sin necesidad de cuestionar el goce de la

carne ni hacerse vegetariano.


La ciencia identifica a un nuevo gen

egoísta: Creen que es una pista a seguir,

podría haber otros. Buscan en el ombligo

de un cadáver primerizo.

 

El ombligo es una fuente de conocimiento

y es pródigo en bacterias.


jueves, 27 de marzo de 2025

La producción de sinsentido

 

(Elpidio Lamela)

 

La producción de sentido

tiene sus bemoles, pero sus

modos históricos y los recursos

empleados son bastante conocidos.


Más interesante, es la producción

de sinsentido, que nunca dejó de

practicarse, aunque en un sentido

inverso y sin gozar de la misma

difusión.


Tanto la producción de sentido

como la de sinsentido, requieren

una mínima inversión.


Pero la misma realidad, donde

circulan los sentidos producidos,

es pródiga en sinsentidos en

desarrollo, que compiten por el

liderazgo del rubro.


(Algunos observadores independientes

afirman que ya lo están haciendo, sólo

que no se nota porque hemos logrado

naturalizarlo)


miércoles, 26 de marzo de 2025

Aspiraciones encontradas

 

(Armando Labarrera)

 

Hay que ser digno

de lo que se aspira,

repetía un aspirante

avanzado.


Las aspiraciones avanzan.

Siempre lo hicieron, en un

sentido y otro, tanto las

buenas como las malas, o

dudosas.


No se puede afirmar que sean

lo mejor que tenemos: Puede

haber otras, mejores que las

nuestras.


Pero somos libres de avanzar

y de cambiarlas por otras más

prometedoras, si nos place.


Las hay altas y bajas, todos

podemos aspirar a todo: es un

derecho inalienable.


Sólo en ese plano se verifica

la plena libertad individual.


II

Al avanzar, vamos dando de

baja algunas y reformulando

otras, para seguir avanzando

sin dejar de aspirar:


A algo hay que aspirar: Si no

¿qué haríamos?


Hay quienes depositaron sus

aspiraciones en nosotros.


Es difícil poder ser lo que se

aspira, en el mejor de los casos

seremos algo de lo aspirado:

Las aspiraciones cambian:


Avanzan, hasta encontrar un límite,

propio o ajeno o su equivalente:

Siempre hay opuestos y opuestas 

por el vértice.




Hay que ser digno de lo que se aspira,

repetía un aspirante en avanzado estado:


La repetición funciona como una buena

aspiración.


Vasos

 

(Teodoro Losper)

 

Van sobando las sobras

de los vasos.


Las sobras reunidas

llenan medio vaso

o algo más.


Medio vaso lleno

o vacío, según el cristal

con que se mire.


No hay morbo en ese

sorbo que el sommelier

avezado descartaría

sin miramientos.


Mira tu vaso sin zozobra,

vacía la sed reunida

hacia el fondo, junto


al fermento de otras voces,

y besa lo que queda,

a saber.



martes, 25 de marzo de 2025

Altas creaciones humanas

 

(Aparicio Custom)

 

Las fronteras, son una de las

más altas creaciones humanas.


En un principio eran borrosas

e imprecisas; con tiempo y esfuerzo

la civilización construyó algunos

prodigios, como la Muralla China o

el muro de Berlín.


Paredes altas y gruesas, para reforzar

en forma sólida y explícita las grandes

separaciones que tanto habían costado.


Con el tiempo y el desarrollo, el hombre

civilizado produjo otras formas, más

evolucionadas de división.


Las fronteras alcanzaron mayor precisión

y la división creció en todos los sentidos

produciendo un efecto multiplicador

y se vio que era buena.


Las fronteras garantizan la independencia:

Dentro de las nuestras, nosotros decidimos

cómo ejercer nuestra soberanía, sobre los

principios de la libre autodeterminación de

los divididos.


lunes, 24 de marzo de 2025

El campo animal

 

(Sandalio Murchison)

 

En el campo animal

aún hay conflictos sin resolver

del todo:


Hay sectores que todavía no

lograron adaptarse y asumir

la división del trabajo.


Les cuesta adoptar su lugar

en el esquema regido por las

relaciones asimétricas, de

probados resultados en el

campo nuestro.


Si bien, todos somos animales

y estamos en el mismo barco,

nosotros lideramos la carrera

cognitiva.


Ellos deben aceptarlo, si es que

tienen un poco de sensatez

para reconocer el valor de la

subordinación, dentro de su

escala de valores.


Si no la tienen, ni son capaces

de compartir nuestros valores

superiores, no podemos hacer

mucho por ellos.


Sólo seguir considerándolos recursos

renovables y agregarles valor, como

venimos haciéndolo, aunque no lo

valoren.


Arnoldo S, un músico confesional.

 

(Florencio Cusenier)

 

¿Qué fue de aquel muchacho amigo

suyo que se había volcado a la música?


-Ah, Arnoldo Sullivan, creo que se retiró,

medio que lo perdí de vista.


¿Era buen músico?


-Dicen que sí, pero su actitud no lo

ayudaba, era un poco controversial.


¿En qué sentido?


-No era dado a compartir lo que hacía,

confesaba su rechazo abierto al público.

Era un músico confesional que carecía

de vocación profesional.


¿Y para quien tocaba?


-Para sí mismo, frecuentaba la música

para beneficio personal, decía a quien

quisiera escucharlo.


-Alguien lo habrá escuchado, para decir

que era buen músico…


-Sí, los vecinos. La música trasciende

fronteras y paredes, aunque se disponga

de una aislación acústica siempre algo pasa

para el otro lado, es inevitable: No se

puede vivir aislado.


¿Y los vecinos tenían opinión favorable?


-Unos lo disfrutaban y se lo agradecían,

otros no tanto: No se puede satisfacer a

todo el mundo, usted sabe...


-Claro, cada uno tiene sus gustos y una

sensibilidad distinta con la música.


-Sí, pero a él no le preocupaba: No me

debo a nadie, sólo toco para mi. Quien

no quiera oir, que no oiga, decía.


-Eso suena bien, pero es contradictorio:

Los vecinos no podían evitar oírlo…


-Y, la libertad tiene sus límites, suele ser

bastante relativa. Pero lo aceptaban, al

menos nadie lo denunció, que yo sepa.


-No, claro, la gente es comprensiva y

prefiere tolerar, antes de entrar en conflicto.


-Sí, hay que ponerse un poco en el lugar

del otro. El de él era la música, no se le

conocían otros intereses.


¿Tenía un buen repertorio, al menos, como

para no repetirse?


-Bueno, los músicos son bastante apegados

a la repetición, y en su caso era una música

casera: tocaba sólo ahí, para consumo

personal. Pero tenía sus recursos…


¿Recursos genuinos y legítimos?


-Sí, él se grababa a sí mismo y luego

tocaba consigo, se acompañaba a sí mismo,

con sus propios arreglos.


-Claro, tenía que hacer todo solo, no es poco;

es difícil arreglarse solo para todo.


-Es difícil, pero él era un autodidacta confeso,

reconocido y asumido.


-Pero sin vocación profesional y con esa falta

de empatía para ganarse al público, era difícil

que llegara muy lejos, más allá de sus virtudes

y capacidades.


-Sí, era un poco controversial lo suyo, siempre

se mantuvo ajeno al aplauso fácil, y también a

los otros, que consideraba sospechosos.


¿Y no pudo seguir su evolución?


-Yo no, él no sé. Creo que se fue con la música

a otra parte. Hay personas que no encajan en

ninguna parte.



domingo, 23 de marzo de 2025

El buen militante

 

(Eleuterio York)

 

Hay mucha militancia desperdiciada,

y mucho militante acéfalo

cuya práctica vacila por no saber

qué militar.


Algunos militan en una oposición

silenciosa, pero se desaniman ante

la primera contradicción. Entonces

eligen guardar silencio.


Hay mucho silencio mal aprovechado,

Los militantes pasivos esperan

su oportunidad.


Algunos se ilusionan con cualquier

cosa y abrazan causas perdidas de

antemano, por esa necesidad común

de abrazar algo.


Terminan abandonando y renegando

de su propia militancia, sin hacer una

autocrítica justa.


Mientras tanto, el campo militante

que venía de la división, se subdivide

y el enemigo medra en silencio, con

la división funcional.


Así es como funciona el verbo militar,

pero siempre aparecen nuevas opciones

y oportunidades:


Se puede militar la transparencia, la

abstinencia o la diversidad sexual y

la libre multiplicación de géneros

autopercibibles y militables.


Podemos militar la seguridad que ofrece

este sentido de pertenencia que genera

la militancia, y sólo los buenos militantes

entendemos.


Hay mucha militancia desaprovechada,

aunque hay mucho para militar.


sábado, 22 de marzo de 2025

Colores primarios: el gris topo

 

(Manuel Santos Lupanares)

 

No todo es bueno o malo,

no todo es blanco o negro:

Está el gris y hay otros colores.


El gris no es uno e indiviso,

son muchísimos: Tantos como

para entretenernos, sin necesidad

de cambiar de color.


¿Cuál es el color de tu necesidad?


No es indispensable conocerlo

para necesitar, a la necesidad ya

la conocemos.


Hay suficientes tonalidades para

elegir lo que no necesitamos

y seguir probando.


El blanco no es color, pero sirve

para alterar cualquier color, y

producir otro   (la alteración, es

un recurso productivo aceptable)


El negro es más dudoso, pero es

útil para obtener distintos grises:


Hay abundancia de grises entre

nosotros, como para entretenerse

conociéndolos y adoptar el que

convenga y combine con nuestra 

materia gris.


No todo es blanco o negro, nada

es del todo bueno o del todo malo:

Hay grises.


Es bueno conocerlos y poder distinguir

los buenos de los malos.


Objetores de conciencia: el asno

 

(William Arsenio Pereyra)

 

El asno no sabe desasnarse solo,

pero intuye que fracasaría

si lo hiciera.


Es mejor desentenderse

que hacerse el desentendido:

No es de asno sano andar

haciéndose el burro.


Un asno no tiene nada que probar

y mucho menos que perder.


(Está probado que en las pruebas

siempre se pierde algo, más allá

del resultado. Es mejor no probar,

ni probarse: cada uno sabe de lo

que es capaz)


El asno no necesita ningún documento

que acredite; nadie va a cuestionar su

condición asnar, ni siquiera otro asno.


Ellos no necesitan atravesar pruebas

y autorizaciones, ni observar protocolos.


En ese sentido, es envidiable el asno:

No necesita que lo desasnen para

sentirse y ser reconocido como asno,


osanar en la ignorancia supina y sana

y gozar como un gaznápiro genérico

entre pares.


viernes, 21 de marzo de 2025

El almanaque aquel

 

(Epifanio Weber)

 

Aquel almanaque bostezó,

Raquel. 


Es natural, también, que

ahora vos bosteces sin

saber por qué:


Yo también, hay cosas que no sé,

mirá cómo bostezo. Oí, Raquel,

como el aire se espesa sin pausa

por la reproducción de bostezos.


La voluntad:    ¿qué es?


¿Qué fue del almanaque, antes

y después de esbozado su bostezo?


Las almas son ajenas a la necesidad

de cuerpos que bostezan o desearían

hacerlo mientras esperan la ocasión.


Cuerpos que bostezan y se reproducen

sin necesidad de voluntad intrínseca.


Mirá las alacenas, los enseres, especias

y especímenes a la sazón; la vigencia de

los víveres dispuestos a ser desayunados.


El almanaque, en estado de reposo

no tiene memoria ni necesita un alma,

aunque no podemos pensar en él sin

la palabra alma, ni pensaríamos nada

si no la tuviéramos.


Así son las palabras, siempre sirven a

algo distinto de lo que son.


El almanaque permanece idéntico a sí

mismo, nos comparte su indiferencia

y vuelve a bostezar, oílo.


¿Sabés por qué, Raquel?


Porque es natural, el bostezo se contagia:

siempre fue así. Hasta un animal ajeno

te puede contagiar, si lo mirás.


No sabemos quién fue el primero que lo

hizo, ni por qué. No hace falta saberlo

para contagiarse, nosotros nos contagiamos

y aprendimos a reproducir y contagiar.

 

No sé en qué orden, no importa mucho.





jueves, 20 de marzo de 2025

Un sentido útil

 

(Aparicio Custom)

 

Uno de los sentidos más útiles

que disponemos, es el sentido

de ubicación.


Gracias a él, nos orientamos

para estar en el lugar correcto

en el momento justo (sabemos

que la corrección cambia de

lugar en el tiempo).


Luego, podemos percibir cuándo

estamos de más en un sitio, para

abandonarlo en busca de mejor

ubicación.


Si todos dispusiéramos de ese sentido

no habría lugar para los desubicados,

ni tampoco competencia por ningún

lugar:


Cada uno ocuparía el suyo, según su

pertenencia, su condición y la capacidad

desarrollada para acceder a la movilidad

social.


Lamentablemente, no es un sentido muy

común y no todos disponemos, ni lo

desarrollamos adecuadamente.


El sentido común, nos dice que no se puede

compartir, (hay cosas que no se comparten)

aunque podemos compartir nuestra ubicación

en cualquier momento.


martes, 18 de marzo de 2025

Beneficios de la música

 

(Onésimo Evans)

 

La música sana

pero el silencio es salud.


No hay música que no contradiga

al silencio, pero éste es constitutivo

de aquella:


La necesidad es recíproca

como en toda contradicción.


¿Falso o verdadero?


El silencio no necesita ninguna

música para ser sujeto, tácito o

expreso. Es preexistente a todos

los sonidos, presumimos:


Los sonidos son emitidos por cuerpos

que alguna vez no existieron,

entendienbdo que toda materia es

histórica.


Pero ese silencio primordial

e imaginario no era saludable, ni lo

opuesto: No tenía ningún valor.


El valor nació con el habla, donde

cobra una significación. Ya lo tenía

en la música, que es anterior a otros

lenguajes.


Luego, al desarrollarse la música

como arte y disciplina, el silencio

fue objeto de medidas minuciosas

y precisas, alcanzando un valor

inédito hasta entonces.


¿Cuánto vale un silencio de corchea

fuera de la partitura?


¿Cuánto, en un poema?


¿Qué valor, el poema se priva de emitir

por omisión de un silencio justo?


¿Qué era lo que queríamos demostrar?


La música sana, pero también enferma.

Hay que saber diferenciar, antes de

consumir. No es culpa de la música.


El que calla otorga, pero el silencio es

salud.



lunes, 17 de marzo de 2025

Amores puros de estación

 

(Encarnación Segura)

 

Frascos frescos como uvas,

uvas muertas recién consagradas:

uvas gozando de su gracia plena

en estado de reposo.


Ubérrimas, arracimadas al pasado

desangrándose, abandonan hijos

y hollejos por amor.


Aman a Dios, por sobre todas

las cosas que proceden de semilla.


Dios aprueba, arracimado en su

propio fermento unívoco y supremo,

no apto para consumo humano.


Vacila con fruición, como sólo Él

puede hacerlo, enfrascado en su

propia reproducción irrepetible,

 

como el fruto de ese amor ubérrimo

y unívoco.


Un Dios perfecto y redondo

como una uva.



domingo, 16 de marzo de 2025

Propiedades de la sangre

 

(Aparicio Custom)

 

La sangre bien negociada

no volverá a derramarse en

vano.


Diferenciar un derramamiento

vano del útil, es algo que con

el tiempo se aprende:


Tenemos una historia rica

en enseñanzas captalizables.


El hombre siempre supo buscar

utilidad. La palabra surgió de

esa búsqueda.


La conquista del plural

generó más utilidad y produjo

utilidades.


Las autoridades de turno

no dejan de aprovecharlo:


Usan la primera persona

del plural para que entendamos

que son de los nuestros y estamos

en el mismo barco.


Son casi uno de nosotros.

No importa la sangre derramada

ni la que se sigue derramando,

eso pasó siempre.


Ellos saben cómo negociar

y renegociar.


sábado, 15 de marzo de 2025

Verificadores sin fronteras

 

(Emeterio Askman)

 

¿Cómo verificar que una necesidad

no existe, o es ajena al conjunto de

todo lo que necesitamos que exista,

al menos para saber que existe?


Una piedra plana puede permanecer

ajena a la presente observación, lisa

y llana, no necesita sobresalir para

existir.


Si sumamos todos los planos conociddos

y más o menos frecuentados, obtenemos

el cubo perfecto de una esfera ajena.


No hay mucho más que esperar

de los cuerpos ajenos.


La suma de todo lo que existe

y es susceptible de ser verificado,

nunca puede ser igual a cero.


Siempre va a seguir tendiendo a la

unidad., como el alma que nos

habita a los cuerpos más altamente

organizados.


No te alejes de este plano

sin verificar el paso de las necesidades

que no existen: Podrían existir en otro

plano y en este mismo, en cualquier

momento.


Confesiones de un poeta autodidacta

 

(Asensio Escalante)

 

¿Cómo es la experiencia de ser

un poeta autodidacta?


No es fácil desarrollarse sólo

en ningún campo, tampoco en

esta disciplina y, menos aún

cuando uno vino del campo.


Yo partí de la nada, empecé de

abajo y me hice solo, con los

vicios del que aprende solo.


Casi al mismo tiempo de descubrir

la poesía comenzó mi actividad:

No copiaba, sólo imitaba. Es difícil

producir algo solo sin reproducir lo

que hicieron otros.


Por épocas, me reflejaba en un poeta,

imitaba sus formas e incorporaba sus

recursos.


Luego hacía lo propio con otro, hasta

que descubría otro. Me atraían esas

escrituras que tienen un sello propio:

Leemos un fragmento del poema y

ya sabemos quién lo escribió.


No sé si era esa mi aspiración, yo

ni sabía para qué escribía. Nunca me

consideré poeta, no tengo formación

profesional. 


Más bien, me sentía un rapsoda: tomaba

cosas de aquí y de allá, sin ningún plan

y en forma azarosa:


Un autodidacta que intentaba hacerse

solo, con los vicios del que aprende solo.

Creo que cuando escribi ese poema, hará

treinta o cuarenta años, empecé a sospechar

que estaba en camino, en algún camino.


No sabía hacia donde, pero era un camino.

Todavía no lo sé, como tantas cosas: Es

mucho lo que no sé, en proporción; creo

que es algo común en los autodidactas.


Con los vicios del que aprende solo, era

el título de aquel poema, no muy original.


jueves, 13 de marzo de 2025

Protocolo del observador autónomo

 

(Epifanio Weber)

 

Un observador bien centrado

sabe tomar distancia del objeto


y abstenerse de las pulsiones y cargas

emotivas, propias de su condición de

sujeto.


El buen observador se autoexcluye

como sujeto y se concentra sólo en

su objeto.


Logrado ese objetivo, produce una

serie de observaciones sucesivas,

desde distintos ángulos.


Repite esta ptáctica tantas veces

como sea necesario para no perder

ningún detalle de el objeto observado.


Con el resultado obtenido, estaría en

condiciones de emitir un juicio objetivo:


No lo hace; sabe que esa clase de emisión

es propia de cualquier sujeto que se

reconozca: No es su caso, ni su misión:


Se reconoce observador, y sabe que todo

juicio implica sumisión, necesita ser

aceptado.


Conoce que toda aceptación procede

de un juicio de valor que la preexiste.


A diferencia del observador imaginario,

a quien desprecia, él puede mantener su

condición porque es real, y no tiene

nada que demostrar ni lo necesita:


No se mueve de su lugar de observador

ni se contamina con lo observado.


El objeto lo observa, él se sabe observado

más resiste: Hay que saber observar las

necesidades que no existen, aunque sean

tristes.


(El observdor debe permanecer ajeno a

toda contaminación emotiva)


 
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