(Esther Miño)
Cuerpos útiles, sutiles, palmarios,
inconsútiles, volátiles.
Cuerpos aplicables, replicables o
sumables suplican y claudican
en escalas.
La degradación puede esperar
otro poco.:
Todas las carnes pueden servir
como carnada, antes de desencarnar
y descomponerse. Pero no aplican
por igual: hay que saber seleccionar
la adecuada, según la presa y la ocasión.
Así habló la voz amada,
siempre luminosa y plena de emanación
poética y distópica.
-Pero la carne no lo es todo, amor…
No, claro, también están los huesos y
el cartílago divino, que no llega a ser
carne pero tampoco su opuesto.
-¿Y qué es lo opuesto, amada?
Lo sabe Aquél que todo lo engendrara.
NO hay que pretender saber aquello
que El no quiso que supiéramos:
Siendo fuente de toda verdad y justicia,
nos hace saber sólo lo justo.
-¿Es justo que ignoremos una parte de
lo que somos?
La justicia que conocemos, siempre es
parcial. La carne no podría ser sin el
hueso, el cartílago y las distintas pieles.
-¿Podría ser Dios puro cartílago?
Es puro, hasta donde podemos concebir
la pureza. Podría ser un mucílago sutil
e infinito o un océano de baba sagrada.
-¿Estas oraciones que hilvanamos
configuran un verdadero sacramento?
No, somos verdaderos sólo cuando no
pensamos, y el deseo honra la carne que
lo resuelve, como dios manda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario