Translate

miércoles, 22 de marzo de 2023

Está todo atravesado

 

(Esther Miño)

 

Está atravesado por…

Me detuve en esa frase, no sé quién

hablaba, ni de qué; pero me sentí

atravesado por una sospecha:


Había oído o leído otras veces eso

y pensé, las formas discursivas se van

complejizando; es natural: somos

cada vez más complejos, y en

consecuencia nos va costando más

entendernos. Estamos atravesados por

una serie de condicionamientos históricos,

circunstancias propias de procesos subjetivos

y otros factores que dificultan encontrar un

denominador común, para transmitir un

pensamiento y hasta una sensación.


Pero los recursos retóricos son cada vez

más sofisticados y acompañan el desarrollo

de nuestras complejidades constitutivas y

en continua evolución, como para poder

extendernos en un discurso apropiado a

esta necesidad, que pueda dar cuenta de

dichas dificultades, y atravesarlas con algún

éxito.


(El éxito no debería ser algo determinante:

sabemos que está atravesado por una cantidad

de circunstancias tan azarosas como sospechosas)


II

Antes había oído: Las infancias…

Volví a sentirme atravesado por algo que no

podía identificar, pero pronto entendí:


Ahí la evolución semántica es evidente; es mucho

más amplio que la infancia, o la niñez, y también

más inclusivo. No hay que mezclar todo: están

los niños, las niñas, les niñes y las nuevas opciones

que se agreguen a futuro.


El futuro, es pura agregación. Por lo pronto, agregar

valor al lenguaje abre nuevos horizontes, algo

auspicioso ya que no es posible saber cuántos son

los que necesitaremos.


Además, permite otras lecturas:

Cada infancia es distinta de otras; no sólo está

determinada por condiciones históricas, sociales

y económicas, sino que está atravesada por lo

subjetivo (es decir, la composición familiar, el

número de miembros, el lugar asignado dentro

de la familia y los vínculos que signan su

desarrollo)


Es correcto hablar de las infancias, dado

que cada infancia es distinta y única,

inclusive.


Luego, la infancia es un segmento de la vida

del sujeto o individuo, de límites difusos o

borrosos, y tampoco es una: Está la primera

infancia, la segunda, tercera y es difícil

establecer con precisión el fin.


Algunos se resisten a abandonar la adolescencia

y otros se niegan a abandonar la infancia, para

no asumir la llegada de la tercera edad.


Hay que animarse a atravesar todas las etapas

con valor. El valor es lo único que cuenta.

O mejor: los valores.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Licencia Creative Commons
http//ahoraqueestasausente.blogspot.com se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.