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sábado, 30 de marzo de 2024

Aforismos inconclusos y textos apócrifos

 

(Epifanio Webber)

 

Es tiempo de organizar tus vencimientos.

No te dejes vencer, organízate antes de

que sea tarde:

Sólo la organización vence al tiempo.



Las industrias culturales, como la industria

del turismo y la del conocimiento, tienen

mucho futuro.

Pero las industrias fósiles parecen tener más

futuro que cualquiera, incluso que nosotros.



Abonaba esa teoría, aunque reconocía que

era un tanto absurda. Es propio de la condición

humana abonar el absurdo, en sus distintas

manifestaciones.

Es probable que antes de nosotros, no existiera

nada absurdo.



Ya creo haber dicho lo que tenía que decir,

no era mucho. Sin embargo, lo sigo haciendo:

es fácil. Tanto como decir, retiro lo dicho.

(Hace años que estoy retirado, y sigo)


¿Tenés fuego?

 

(Horacio Ruminal)

 

Ella me pedía fuego.

Acerqué el encendedor

a su boca, pero algo no funcionaba.


No sé si había viento, estábamos

afuera. Después de varios intentos,

supuse que me estaba quedando sin

piedra.


Probé encender mi cigarrillo, protegiendo

con la otra mano, y ahí prendió. Pero sí,

noté esa aspereza que se siente en el dedo

cuando la piedra está por consumirse.


Le ofrecí mi cigarrillo para que prendiera

el suyo y mientras observaba ese contacto,

no desprovisto de erotismo con un poco

de imaginación, otra dama me pedía un

cigarrillo.


En mis sueños se fuma bastante. Sí, no hay

prohibiciones ni sectores permitidos y

restringidos; somos laxos en ese sentido.


Ahora iba a fumar, pero tuve que buscar

otro encendedor: era la piedra, dijo basta.


Hay que creer en los sueños, el inconsciente

sabe más que uno, y suele avisarnos, tal vez

más de lo que percibimos.


No sé quién es ella: Ahora no estaba,

ni me pedía nada; acaso ya haya hecho

su parte.


viernes, 29 de marzo de 2024

El movimiento imperceptible

 

(Elpidio Lamela)

 

El movimiento perceptivo

viaja en direcciones opinables,

a velocidades desconocidas.


En estado de reposo

percibimos más, la capacidad

de percepción se eleva.


Pero sólo percibimos una parte

de lo que desearíamos, y dentro

de esa parte, una mucho menor

de lo que deseamos.


No podemos dejar de percibir,

ni aún durante el sueño:

las percepciones se incorporan

al sueño de un modo diferente,

anómalo.


No somos los únicos animales

que soñamos, pero sabemos poco

del sueño del otro; no nos interesa

demasiado.


Los sueños, sabemos, se construyen

con registros residuales de otras

percepciones y emociones habidas,

tramitadas, o en trámite:


Tramitamos el sueño sin saber

lo que nos espera allí, a diferencia

de la vigilia, donde hay conciencia

de lo previsible, que nos permite

tramitar la vida en su complejidad,

sin saber lo que nos espera.


Aunque algo sabemos.

No podemos dejar de percibir

que sin percepción no habría deseo.

Tampoco la necesidad de abandonar

el estado de reposo.


El movimiento perceptivo

no nos abandona, viaja en

direcciones opinables.


Durante el reposo, la percepción

se eleva. Percibimos:


Los árboles se elevan hacia Dios.

¿Lo estás haciendo vos?


jueves, 28 de marzo de 2024

Génesis y filogénesis del alma: su función histórica

 

(Encarnación Segura)

 

El alma es, sin duda, una conquista

histórica para nuestra especie.


Poco después de haber adquirido la

conciencia -otra conquista capital

para la evolución- fue posible liberar

la producción y el desarrollo de nuestro 

potencial espiritual, disponiéndose los 

recursos para la conquista del alma.


En un principio, había más dudas que

certezas: ¿Qué significa la propiedad

de un alma? ¿Para qué sirve? ¿Seríamos

mejores a partir de este conocimiento?

¿Cuáles ventajas ofrece?


Las preguntas no dejaban de multiplicarse

sin dar tiempo a ninguna respuesta: Toda

conquista genera más preguntas 

que respuestas, es natural.


¿Es el alma un patrimonio exclusivo

de nosotros, autodenominados humanos?


¿El alma nos hace más humanos que los

animales?


Pronto se descartó que ellos pudieran acceder

al goce del alma y sus propiedades: 

era una conquista nuestra que no estábamos

dispuestos a compartir.


Aunque pasaron muchos siglos para que las

autoridades espirituales, concedieran que

nuestras razas inferiores y las clases bajas

también pudieran tener algo así.


II

En cambio, no resultó difícil determinar que,

entre tantas almas, las había buenas y malas,

lo que haría de la convivencia una fuente de

conflictos.


Las buenas, tendrían que vérselas con las otras

sin que pudiera avizorarse hasta cuando…


Algunas almas buenas consideraron soluciones

radicales para alcanzar la paz, como el exterminio,

que incluso llevaron a la práctica como recurso

purificador.


Pero no funcionó, como tampoco otros intentos

purificadores: el Mal, nunca dejó de estar presente

entre nosotros, a pesar de los oficios de las buenas

almas.


Era cuestión de convivir con él, procurar

limitar sus efectos y reducir los contagios,

otorgando libertad a todo tipo de cultos,

mientras no excedieran el marco de lo

sustentable.



III

La evolución arrojó nuevas pistas

para el conocimiento del alma. Si bien no es

comparable al desarrollo alcanzado en el

conocimiento de las leyes físicas, biológicas

y económicas, hubo avances notables en el

campo metafísico:


Ahora sabemos que en el discurrir etéreo

del ámbito espiritual, la vida es lucha:


Confiamos en que el Bien se acabará imponiendo,

como Dios manda. Y no podemos dejar de valorar

y celebrar la conquista del alma.


De no haber sido así, sin duda cargaríamos con el

peso de una Historia espantosa, abyecta y ominosa,

pletórica de sangre y violencia inútil.


Revolver *

 

(Nicasio  Uranio)

 

Hondas horas

reflejadas en lo pálido


Ondas sonoras

redundan en los bajos

fondos de lo hondo


Rebotan en lo pálido

del fondo y vuelven

como nieves, como orlas


ora replican el reflejo

desasido de horas desusadas

en verbos parpadeantes

reflejados en lo pálido

en formas indistintas


Huye de los viajes

que envejecen el sonido:


Hondas, largas horas

como hordas que huyen

para volver a ser reflejo


Dios nos enseñó a orar

y especular a imagen semejanza:


Somos un pálido reflejo

de la Especulación Divina

a altas horas y en avanzado

estado.


¿Es todo? No sabe, no contesta:

Él siempre se tomó su tiempo.


Ondas sonoras

rebotan en lo opaco,

escondido ahora

en la oración vacante.


Yo adivino: debe haber un fondo

igual o mayor a la unidad

de esos reflejos.


El fondo se presume oscuro,

opaco y sin sonido:

No hay lugar para el dolor

ni tiempo que se mida

o se deje.


Huye de esos viajes que envejecen

Huye de lo que viaja en el sentido

de las agujas del reloj:


No hay más tiempo que el perdido

La vida es un camino de ida.

 

 

(*) Recreación homenaje: "Volver" (Gardel y

Lepera)  tal vez el mejor tango, seguro uno

de ellos.


miércoles, 27 de marzo de 2024

Bocado disponible

 

(Serafín Cuesta)

 

Un bocado suelto, abandonado,

me hizo pensar demás:


Podría ser una trampa, hay muchas.

Hay que saber de trampas para no

caer en una;


No morderé ese anzuelo. Ante la duda

mejor abstenerse de cualquier experiencia

sospechosa.


Alguna vez, alguien inventó el anzuelo;

lo probó y vio que era bueno: funcionaba.


Sus virtudes fueron reconocidas, y pronto

se expandió: Cazador y pescador por

naturaleza, el hombre perfeccionó sus

anzuelos, los desarrolló, junto a otras

trampas y ganaron popularidad.


II

Hoy hay bocados más y menos populares

pero nada volvió a ser igual desde el anzuelo:


La vida cobró otro valor, y estamos rodeados de

trampas que funcionan: No podríamos vivir

sin ellas.


El anzuelo sobrevive, aunque sólo para uso

deportivo. El desarrollo produjo infinidad de

nuevos deportes: una práctica necesaria

para el desarrollo sano de nuestras capacidades

y para canalizar nuestro natural espiritu de

confrontación, evitando un estado de guerra

permanente.


Es auspicioso el estímulo a la actividad

deportiva, tanto como que sigan apareciendo

nuevas disciplinas:


Ello nos permite mantener el estado competitivo,

el desarrollo sustentable, como para avanzar en

el desarrollo de nuevas trampas y enfrentar los

desafíos de la evolución.


III

El anzuelo funcionó, le debemos el desarrollo

en la producción de trampas, y tal vez en casi

todos los rubros productivos.


Incluso el metafórico:

El pez ya no muere mucho por la boca, hay otros

recursos, pero la metáfora mantiene su vigencia

con distintas aplicaciones.


Era bueno, funcionó, aunque para el pez no:

significa una muerte espantosa.


Pero ¿Qué es un pez?


¿A quién le importa su opinión, su sufrimiento?

Ni que fuera un semejante….


Reconocemos que es parte de la Naturaleza,

como todo lo que vive son recursos naturales.


¡Cuidado, Boby, puede ser una trampa cazabobos!

Le digo a mi perro, que dada sabe de trampas…


Este bocado quedará aca, así, suelto, intacto,

abandonado. ¿Quién sabe?


martes, 26 de marzo de 2024

La paridad cambiaria

 

(Epifanio Webber)

 

Se disparó la paridad,

una conquista histórica que vino

a poner fin a los tiempos de arbitrariedades

que padecemos desde que fuimos conquistados.


El tiempo mantiene su esencia arbitraria

todavía, pero más temprano que tarde

habremos desarrollado los recursos para controlarlo,

dentro de parámetros de previsibilidad acotada,

minimizando los márgenes de error y neutralizando

los elementos disruptivos.


El tiempo puede ser amigo o enemigo.

Para lo primero, es necesario controlarlo,

disciplinarlo y subordinarlo; es decir, someterlo.


No podemos vivir sometidos a las arbitrariedades

del tiempo, sin que afecte nuestros intereses, que

no son pocos.


A partir de la paridad, se reducirán las actividades

especulativas a valores manejables y sustentables,

generando las condiciones para un desarrollo sano

y seguro.


Es tiempo de cambiar de actitud: Una vez superada

la arbitrariedad del tiempo, todo será perfectamente

previsible y cada cual podrá gozar libremente entre

paréntesis, y aparearse en libertad y sin contradicción

con lo que desée.


lunes, 25 de marzo de 2024

Optimizate

 

(Gualterio Whiteman)

 

Optimiza tus recursos patológicos

de un modo sustentable, incorporando

técnicas avanzadas y probadas, para

una organización eficaz y productiva

de todo ese material oscuro y conflictivo

tanto como de sus productos residuales.


La vida es goce, antes que nada:

Disfrutá libremente tu condición

de prójimo y sujeto, y el desarrollo

sano de tus propias fantasías.


¿Qué otra cosa es la vida, sino lo que somos

capaces de hacer con toda esa porquería?


domingo, 24 de marzo de 2024

El contubernio autóctono

 

(Nicasio Uranio)

 

El contubernio avanza, 

evoluciona como un tubérculo 

genérico y genuino.


No se vé, prospera abajo, 

oculto hasta alcanzar el éxito:


Florece.


Lo mismo ocurre con cualquier

palabra, tuberosa, rastrera,

invasora o autóctona.


Gozamos por igual

de todas sus propiedades:


No hay ambigüedad

ni equívoco en el goce:


Es uno con el cuerpo tuberoso 

y sus raíces y sólo sabe reproducirse.


No es para ponerse nervioso,

alterar ningún metabolismo

ni salir a buscar culpables:

Todos somos sospechosos.


Contubernio y con mi apero

vamos juntos aparcero:


Paso y quiero, compañero.



Sentimiento inexplicable

 

(Serafín Cuesta)

 

Una ovación cerrada e infundada

acompañó el desove

que todos esperaban, como si fuera

un mesías, o un ídolo popular.


En condiciones normales, es común

que multitudes esperen cualquier

cosa, y celebren sin ningún fundamento.


El sentido de los sentimientos populares

es así: algo que brota y cobra forma sin

motivo, como un desove que obedece.


sábado, 23 de marzo de 2024

Ahora

 

(Carlos Inquilino)

 

Se encontraron rastros de baba

en muestras de sangre extraídas

a un caracol extranjero, encontrado

en plena flagrancia y detenido por

averiguación de antecedentes.


Se desconoce aún su procedencia,

y no pudo establecerse desde cuando

circula en territorio patrio.


Todo parece indicar que se trata de

un portador sano.


Se presume que llegó con las útimas

oleadas de turismo responsable.


viernes, 22 de marzo de 2024

Sinceramiento

 

(Encarnación Segura)

 

Un llamado a la solidaridad:

La libertad ha muerto,

se necesitan dadores.


No es para inquietarse, no es

novedad; en realidad hace mucho

que dejó de estar entre nosotros.


Y el tiempo siguió pasando

como si nada entre una realidad

y otra, mientras pasábamos de un

estado a otro, hasta alcanzar el

presente estado avanzado.


No avanzamos mucho. En realidad

lo único que avanza es la muerte.


Pero tampoco es nuevo, ella siempre

avanzó en el mismo sentido, sin que

nadie pudiera detenerla.


La libertad es menos que un recuerdo.

Algunos entregaron su vida, creyendo

en el futuro de esa causa, sin encontrar

demasiada solidaridad:


Había otras prioridades. Lo que avanzó,

en realidad, fue la forma de naturalizar

la falta de solidaridad.


Se estableció que carecía de valor para

generar oportunidades y no favorecía la

sana competencia que siempre nos desarrolló.


En cambio, rescatamos al sacrificio por sí

mismo, como valor superior de la condición

humana:


Sabemos que para llegar aquí, fue necesario

sacrificar un sinnúmero de vidas, tanto humanas

como de otros animales: Una práctica natural a

toda religión con aspiraciones.


El pensamiento religioso no se lleva muy bien

con la libertad: la limita o la proscribe, como

antes supo combatirla. La Historia está abonada

por sus víctimas.


Pero gozamos de la libertad de culto:

Ahora hay nuevos pastores, cuya prédica

gana terreno y rebaños gracias a cierta

reivindicación de la libertad:


En realidad la actualizaron, otorgándole

otro sentido más útil y funcional:


El prójimo no importa, todos somos libres

y él también: que se haga cargo de su fracaso

como prójimo y no se convierta en obstáculo

para nuestro libre desarrollo.


La solidaridad ya fracasó, es cosa del pasado.

Nadie quiere volver al pasado, y mucho menos

volver a fracasar.



La rebelión de las musas

 

(Onésimo Evans)

 

Ya no vienen, ni siquiera a visitarme.

¿Dónde estarán?

¿Ya no me necesitan?


No sé por qué me abandonaron, pero

las echo de menos: yo sé que ahora

vendrán caras extrañas y que no va a

ser lo mismo.


Yo sé que un verdadero poeta

no necesita a nadie, que las musas

van y vienen y que el arte está en

otra parte…


Pero nada es igual sin ellas.

Supe tener varias, por si las moscas,

previendo las suplencias ante posibles

alternativas. Funcionaba, pero ya no:


Como si se hubieran puesto de acuerdo,

qué sé yo… No sé por qué me abandonaron

¿Algo habré hecho?

O por el contrario, fue por algo que no hice.


¿No supe dar lo que esperaban?

¿No se sintieron cuidadas, contenidas?


¿Volverán, como las oscuras golondrinas?

¿Habré tomado alguna mala decisión?

¿O descubrieron que no tenía capacidad de

decisión?


No sé qué hacer con esta desazón,

dan ganas de babearse en un rincón…


Pero no; no voy a caer en la inacción

y la falta de respuesta a los estímulos

ausentes:


Un verdadero poeta no necesita a nadie:

Tiene bastante con sí mismo.


No hay que confiar en las musas,

ellas van y vienen, y un día

no vuelven más.


jueves, 21 de marzo de 2024

Optimizá tus recursos poéticos

 

(Aparicio Custom)

 

Descubrí todos los secretos

de la función poética y obtené

los recursos para una producción

eficiente, atractiva y sustentable.


A través de nuestros equipos

de profesionales calificados, vas

a disponer del asesoramiento adecuado

para que tus poemas fluyan, con toda

naturalidad hacia el éxito y resulten

cada vez más competitivos.


Vos también podés jugar en primera,

de igual a igual con los que saben

y recibir un reconocimiento justo,

o más.


No dejes pasar esta oportunidad, tal

vez única: Te vas a sorprender de lo

que sos capaz y no estabas aprovechando.


No lo olvides:


Hay muchas formas de producir sentido,

pero para ser un poeta olvidado

primero hay que ser conocido.


(Este consejo va sin cargo)


miércoles, 20 de marzo de 2024

Pérez y la esperanza de vida

 

(Dudamel Rambler)

 

Limamos asperezas, apuramos

las copas, acordamos continuar

y retomamos la actividad con

total normalidad:


Nuestras manos sabias

harán que todo funcione.


La vida es un negocio redondo

mientras no nos gane la pereza,

Pérez. Dijo el patrón.


Mueva esas manos, hombre,

que el tiempo es oro. Hay que

tener un patrón de conducta y

creer en la cultura del trabajo:


Es todo, luego es cuestión de

mantener el ritmo productivo.


Ahora lo dejo, tengo que ver una

película vieja que me bajé de una

plataforma, donde aparece una

mujer perfecta y desnuda ¡Qué

mujer!


Las mujeres perfectas debieran

andar siempre desnudas…


Ahora no sé, pasaron muchos años;

creo que ya no es la misma, dicen

que murió. Pero en aquellos tiempos

levantaba hasta a los muertos…


Una diosa no debería morir, hay muertes

más injustas que otras. No sé cuantas

veces la ví, éramos tan jóvenes…


La película era muy buena, cine de arte

decían. Pero yo iba a verla a ella: no hay

arte que supere al de la Naturaleza.


Por fortuna, ahora contamos con los medios

para acceder a ese material desde cualquier

parte, para mantener vivo al arte y volver a

vivir aquellas emociones adolescentes.


Este mundo es cada vez más excitante. Pérez,

creamé. Y vamos, no me afloje, que estamos

un poco atrasados.


martes, 19 de marzo de 2024

Deseo genérico e instinto

 

(Periferio Gómara)


Todo deseo genérico

es perfectamente reemplazable

por otro, de la misma magnitud

y consistencia, o equivalentes.


Hay un margen de error.


El error no es, en sí mismo, algo

deseable, pero puede ser parte

constitutiva del deseo.


¿Es posible evitar el error no forzado

en la generación deseosa?


Sabemos que no existe el deseo por

fuera de la palabra; sin ella, somos

sólo instinto, necesidad, violencia.


Esa parte racional nos diferencia

de las bestias: sólo deseamos lo

posible, salvo error u omisión

temporal de esa parte.


Tampoco hay locos sin esta palabra

ni por fuera de lo que hacen las

palabras con nosotros: Son un recurso

eficaz para producir alienación, y está

siendo convenientemente aprovechado.


Pero casi toda palabra tiene su antagónica,

y todas son reemplazables, según la

necesidad del emisor y su deseo de ser

entendido por otro.


A buen entendedor no hace falta abundar

en palabras, ni explicaciones ociosas.


Sólo aquello que no puede ser demostrado

en una secuencia lógica o por el absurdo,

merece descartarse como absurdo.


El absurdo no necesita demostración.

domingo, 17 de marzo de 2024

Fiestas populares

 

(Aparicio Custom)

 

Los invitados ya se fueron,

la fiesta terminó:

Ahora hay que pagarla, va

a ser duro.


¿No sabías que eras parte de

la fiesta? ¿Nadie te lo dijo,

no te avisaron?


En las fiestas todos hablan de

más, dicen cualquier cosa, no

hay control ni medida.


Es probable que en el barullo

no hayas escuchado. Las fiestas

son así, hasta que pasan, nadie

entiende mucho lo que pasa.


Pero ya pasó; los invitados ya

se fueron. Ahora deben estar

preparándose para la próxima:


Es probable que no estés invitado

a esa fiesta, la tuya ya pasó.


Ahora la vas a pagar.

No, no hay alternativa:

Esto no es negociable.


El estado interesante

 

(Serafín Cuesta)

 

Una noción abandonada

en plena dispersión

se apasionó hasta apersonarse

en otras palabras. 


En un desvío natural, tal vez

presa de una emoción infundada

y ocasional, interesó un órgano

vital del cuerpo del poema.


Después, salió sin ser notada

en otras palabras:


No había orificio de salida,

pero el daño ya estaba hecho.

No la juzguemos, es sólo una

noción:


Todas tienen su parte nociva

y no saben lo que hacen;

en otras palabras, 


no saben lo que hacen

en otras palabras. 


viernes, 15 de marzo de 2024

Cantos órficos con material reciclado

 

(Olvido de la Fuente)

 

Recuperando el polvo propio

del vaivén histórico que nunca

se interrumpe, casi arribaba

al punto de partida:


Un punto como tantos.


A diestra y a siniestra, imágenes

de púbises implumes, entregados

a la actividad contemplativa entre

otros órganos ajenos a la reverberación

de los cantos oficiales, transcurrían

enriqueciendo el paisaje de términos,


tan opinables como el cuerpo de una

piedra cóncava, lisa o angular.


Por lo regular, el pulso no se recupera,

pero los verbos van y vienen

obedeciendo impulsos opinables,

como toda emisión de aire infundado.


La división hace al ritmo

y reproduce en cuerpos trabajados

por el ocio, o por la producción

de objetos suntuarios y valores.


Los valores no producen nada:

El ritmo es un valor

que permanece idéntico, entre otros

más dudosos.


Procesos cognitivos en la comprensión del mundo objetivo

 

(Ermindo A.Renomé)

 

¿Cómo diferenciar al pez bola

de una bola de pelos genéricos

de peces sin identificar?


Hay tres etapas, se debe observar

un orden cronológico hasta llegar

a la raíz de la red capilar y origen

de la duda.


Lo primero: pasar el peine fino

en un sentido y otro, tanto a la

bola como al presunto pez.


En la primera pasada, tal vez no

cosechemos nada y ambos sujetos

sigan igual de despeinados:


El pelo siempre ofrece resistencia

más allá de su procedencia, en eso

concomitan bola y pez.


Pero su metabolismo es bien distinto,

hasta donde sabemos, y con el paso

del tiempo y las pasadas del peine fino,

el bolo fecal del pez bola evoluciona

hasta alcanzar una definición definitiva.


Como sabemos, el bolo final de este

pez es un producto redondeado, una

esfera casi perfecta como el planeta,

aunque de un volumen menor, incluso

al de su emisor.


Despejada la duda, la bola de pelo

es perfectamente compostable.

Sobre el pez bola, hay algunas

recetas disponibles.


jueves, 14 de marzo de 2024

Extravío de pastores

 

(Virtudes Amarante)

 

Son tiempos de zozobra

para el sujeto propio

tanto como para el prójimo.


Este enunciado amerita una

vacilación acorde o, en su

defecto un acorde que vacile

en tiempo y forma.


No todo es ritmo y armonía,

oía el suave diletar de dos pastores

extraviados, en un bosque de

palabras mudas.


¿Y si la vida es otra cosa, Nemoroso?


¿Una melodía sin autor, que se pierde

entre las pautas ajenas a los sentidos

formulados, provenientes de sonidos

heredados?


¿La misma que rechaza los signos que

pretenden escribirla y apresarla; y que

es la única ante la que vacila el oído

absoluto? ¿Has oído hablar de eso?


-No, ya no oigo casi nada.

¿De qué estamos hablando, compañero?


-Del tiempo, de la vida y de bueyes perdidos.


-Son tiempos de zozobra sin medida: Estamos

en tiempo adicionado, el establecido expiró,

y tal vez el tiempo recuperado ya exceda al

perdido.


-Ay, Nemoroso, estamos más perdidos que

extraviados… ¿Qué harán nuestros rebaños

sin nosotros?


-Ellos sabrán qué hacer. Tal vez tampoco

nos necesiten tanto...



La condena del conde

 

(Serafín Cuesta) 


¿Qué esconde el conde?

¿Cuánto hay de cierto en esto

que sabemos del conde?

¿Qué sabemos del conde?


En su latebra o escondrijo

el conde no es el conde que

se ve cuando circula, con la

naturalidad propia de un conde.

 

¿Desde cuándo se escondió?

¿Se escondía de la grey, de la ley:

era último recurso?


¿Es propio de los condes esconderse?

¿Por qué se esconde si es tan conde?


¿Es un conde auténtico y genuino?

¿O es el otro el verdadero: el que se

esconde?


Nadie sabe qué hace, ni quién es

el conde en su intimidad oculta.

No condesciende el conde a que lo

vean cuando se esconde.


Sólo se sabe que está ahí, gozando o

padeciendo su propia ambigüedad,

tal vez nativa, y que la esconde.


¿Es una víctima del equívoco que lo

nombra, o un victimario en ciernes

que se oculta?


¿Esconde un deseo inconfesable o

irreproducible o es la sola expresión

de esa abyección común que todos

ocultamos por necesidad?


¿Es necesario el conde?


¿Pero quién es el conde:  es lo que

esconde?


¿Es sólo lo que esconde, o sólo lo

esconde para que nos preguntemos

qué esconde?


Acaso todos escondamos algún conde

que preferimos mantener oculto por

necesidad, sin necesidad de otro

escondrijo, ni de la palabra conde.


¿Seremos eso que escondemos?


Mejor hablemos del conde:

¿Qué esconde?


martes, 12 de marzo de 2024

El mensaje emotivo del primer huevo inteligente

 

 

(Egberto Ovando)


Siento que nací de nuevo,

dijo el huevo bueno

que lucía como nuevo.


Lo siento, pronunciose

echando un vistazo a la redonda:

Soy nuevo en esto de nacer.


Me puedo equivocar: nadie nace

sabiendo, pero nacer es bueno,

aunque no tanto como renacer,

reconozco.


-Está repitiendo, eso ya lo escuché.

Replicó un oyente ocasional:

Reconocer, renacer, son verbos que

remiten a la acción de repetir.


-Para repetir, como para reconocer y

renacer, primero hay que nacer. Yo

no nací ayer, dijo el huevo con altura

e intensidad y sin perder la compostura:

Todas las acciones conocidas, son

repeticiones a esta altura.


-Comparto, pero no acepto: Si todo lo

que hace es parte de un repertorio

repetido, ¿para qué vuelve a nacer?


-Para revisar el pasado, y redondear nuevas

y mejores repeticiones. No me equivocaría

si dijera que me quiere llevar a la encerrona

del sentido circular.


-Bueno, digaló…


-No voy a repetirme, ya lo dije lo que tenía

que decir. Ahora estoy disfrutando este

Renacimiento.


-No renació, sólo se recicló; y no deja de ser

un simple huevo.


-No hay huevos simples y compuestos: Somos

todos compuestos, y un huevo nuevo siempre

es auspicioso. Las novedades nos acercan al

futuro, todo lo nuevo puede ser mejor.


-O peor…


-También, no voy a pronunciarme todavía.

Eso es un misterio que sólo el tiempo develará.

Pero lo que no es ningún misterio, es que acá

están faltando huevos.

Nuevos principios poéticos

 

(Olegario Saldívar)

 

Escribí un poema a boca de jarro

y funcionó: casi ni se notaba.


Es más, si no hubiera sabido que

era mío, ni me enteraba.


Lo hice para probar,

la verdad ni pensé que pudiera

funcionar.


Sin duda, una experiencia que me suma.

La vida es una suma de experiencias

¿Qué otra cosa?


Y así son los poemas, aunque a veces

no funcionen. Pero eso es otra cosa:


No voy a entrar ahí, sólo diré que no

hace falta que tenga nada que decir

para que funcione:


La vida del poema es un misterio.


Éste funcionó, así, a boca de jarro

diría que los misterios funcionan.

Hoy mi experiencia lo puede afirmar.


Pero no pienso revelarlo, por respeto:

Sé que hay quien pasa horas, días,

o años reformulando su poema.


Hay que ser solidario con los misterios

del otro, la vida es un misterio.


El poema a boca de jarro era una prueba,

no voy a hacer otro por ahora. El jarro

lo guardé junto a otras metáforas 

dudosas:  Nunca se sabe...


lunes, 11 de marzo de 2024

Un poema descendente o más

 

(Tomás Lovano)

 

Dicen que descendemos:

Yo disiento.


Como descendiente disidente

nunca condescendí en forma consciente,

que yo sepa.


Nunca pensé, ni pienso descender

de acá:  Mi posición se mantiene

indeclinable.


Descender es fácil, tanto o más

que aceptar el descenso. Nadie

pierde altura sin perder dignidad,

me inclino a creer.


Que los demás desciendan a su antojo,

no me mueve el amperímetro:

Que cada cual se hunda en su perímetro

de baba descendente, con pasión

y consenso recíproco.


No me altera que sigan descendiendo

y busquen descendencia para aliviar

sus próximas decadencias.


Nunca descendí de aquí,

ni fui condescendiente hasta dónde sé.


El costo de la vida subió siempre

sin que sea algo trascendente:

Yo tampoco, pero no por eso voy

a resignarme, reducirme o rebajarme

a la condescendencia servil, abyecta

y vil.


Sólo puedo descender de mi experiencia,

mientras ellos sólo han sabido descender

de la obediencia:


Se deben, y descienden de otras deudas

tan dudosas como su propia historia,

hedionda y ominosa.


¿Descienden en busca de la luz?


No necesitan contar conmigo para continuar

su descenso hasta alcanzar su meta deceptiva.


Este metabolismo disidente

es en absoluto indiferente al sentido de sus

leyes declinantes y al destino de futuras

descendencias.


Como disidente soberano, intrascendente

e indescendiente, esta experiencia es más

que suficiente para avanzar sin contratiempos

en mi poema, subsecuentemente descendente.


domingo, 10 de marzo de 2024

Especies invasoras de última generación

 

(Emeterio Askman)

 

Una invasión de xenófagos fuera

de control, recorre el mundo,

poniendo en peligro los valores

universales del mundo libre.


Su bandera, es la defensa de las formas

puras. Para lograrlo, apuestan a la acción

directa: Devoran todo lo impuro, tanto

como lo sospechoso de impurezas.


Las especies invasoras se vienen

propagando desde hace milenios:


El hombre, al conquistar océanos

llevó consigo ratas, gatos, moscas

y mosquitos de un lugar a otro.


Así los desparramó en el mundo.

No conforme, luego invirtió en

sucesivas invasiones que dieron forma

a nuestro mundo organizado, civilizado

y democrático.


El tiempo hace que el invasor se torne

natural, sea aceptado como tal, disfrute

sus derechos adquiridos e imponga

condiciones.


Las condiciones de una especie invasora

son: la adaptación exitosa, el oportunismo,

conquista y colonización del espacio.


La primera especie invasora que conocemos

fue el Homo Sapiens.


A su favor hay un buen argumento:

Nunca supo lo que hacía.


(Los xenófagos tal vez lo ignoren, o ni siquiera

les importe saberlo. Y avanzan)


sábado, 9 de marzo de 2024

La razón del sueño

 

(Tomás Lovano)

 

Tuve un sueño razonable.

Ahora no lo recuerdo, pero tengo

la sensación de haber tenido un

sueño razonable.


Me parece justo y razonable:

Se suelen recordar los otros.


En especial, los más recordables

son los recurrentes, aunque no

sean los más deseables:


No repetimos lo que desearíamos,

aunque podemos repetir que el

deseo suele estar asociado a la

repetición.


El sueño, según los expertos, está

directamente asociado al deseo, lo

que explicaría la normalidad de no

tener sueños razonables y justos.


Por fortuna, concluyen al despertar

y ahí entramos en razones:


Todo ese material onírico, que nos

resultaba tan ajeno como absurdo,

se va desdibujando, desvaneciendo,


y entre esas tenues formas residuales

se dibuja el cuerpo del deseo, que no

es ni razonable ni justo.


viernes, 8 de marzo de 2024

Poesía pura con ruiseñor

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Un ruiseñor overo ensució mi overol.

En ese sentido, no hay diferencia entre

los pájaros: a la hora de emitir su excremento

no se fijan dónde lo hacen, ni tienen un lugar

asignado a ese fin.


No sé si es adecuado decir fin, la frecuencia

de sus evacuaciones es tal, que parece que

nunca hubiera un fin.


En fin, no puedo culpar al ruiseñor.

Tampoco lo haría si fuera una paloma, un buitre

o un vencejo. Si fuera un cuervo o un buho

lo pensaría: estas aves dan para pensar.


Pero el ruiseñor overo me ensució el overol,

que uso para escribir poemas: El hábito no

hace al monje.


No soy monje, pero la poesía es la única

religión pura: Es pura fe, y la fe se debe

a la palabra que la crea.


Yo no necesito un hábito; me basta mi overol

que me protege de las impurezas del mundo

exterior, para alcanzar la pureza del poema.


Ahora está sucio, por obra del ruiseñor overo.

Ha de ser el precio por haber gozado de su

canto, que agradezco como buen creyente y

contribuyente.


No puedo, ahora, escribir poesía pura:

Uno no elige lo que hace, salvo excepciones.

Ni Valéry, ni Mallarmé, ni Poe podrían.

Mucho menos yo.


A diferencia de la fe, la pureza no se crea.



 



jueves, 7 de marzo de 2024

Los nuevos desafíos del pasado

 

(Dudamel Rambler)

 

El pasado fracasó,

no se puede hacer nada.

Hay que mirar para adelante.


Sabemos que el futuro

dependerá de este presente,

deudor del fracaso del pasado.


No hay alternativa: Debemos

saldar esa deuda o, de lo contrario

estaremos condenados a repetir el

fracaso conocido.


Es preciso honrar nuestra deuda

con el fracaso, y rendir un sentido

homenaje a aquellos que, aunque

equivocados, forjaron nuestra

Historia y lideraron el fracaso.


El pasado fracasó, pero el fracaso

es todo lo que nos une.


 
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