(Epifanio Webber)
Se disparó la paridad,
una conquista histórica que vino
a poner fin a los tiempos de arbitrariedades
que padecemos desde que fuimos conquistados.
El tiempo mantiene su esencia arbitraria
todavía, pero más temprano que tarde
habremos desarrollado los recursos para controlarlo,
dentro de parámetros de previsibilidad acotada,
minimizando los márgenes de error y neutralizando
los elementos disruptivos.
El tiempo puede ser amigo o enemigo.
Para lo primero, es necesario controlarlo,
disciplinarlo y subordinarlo; es decir, someterlo.
No podemos vivir sometidos a las arbitrariedades
del tiempo, sin que afecte nuestros intereses, que
no son pocos.
A partir de la paridad, se reducirán las actividades
especulativas a valores manejables y sustentables,
generando las condiciones para un desarrollo sano
y seguro.
Es tiempo de cambiar de actitud: Una vez superada
la arbitrariedad del tiempo, todo será perfectamente
previsible y cada cual podrá gozar libremente entre
paréntesis, y aparearse en libertad y sin contradicción
con lo que desée.
No hay comentarios:
Publicar un comentario