(Tomás Lovano)
Tuve un sueño razonable.
Ahora no lo recuerdo, pero tengo
la sensación de haber tenido un
sueño razonable.
Me parece justo y razonable:
Se suelen recordar los otros.
En especial, los más recordables
son los recurrentes, aunque no
sean los más deseables:
No repetimos lo que desearíamos,
aunque podemos repetir que el
deseo suele estar asociado a la
repetición.
El sueño, según los expertos, está
directamente asociado al deseo, lo
que explicaría la normalidad de no
tener sueños razonables y justos.
Por fortuna, concluyen al despertar
y ahí entramos en razones:
Todo ese material onírico, que nos
resultaba tan ajeno como absurdo,
se va desdibujando, desvaneciendo,
y entre esas tenues formas residuales
se dibuja el cuerpo del deseo, que no
es ni razonable ni justo.
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