(Encarnación Segura)
Tenía una visión acartonada
de mi misma, y mi papel en
este mundo.
Hay otras visiones, otra formas
de mirarse, pude entrever ante
el espejo, como en una epifanía.
No hay por qué tener ningún papel
en esta obra, sea divina o fruto del
azar y su selección natural.
Desde mi ventana, observaba el paso
fluido de los cartoneros multiplicados.
Se detienen ante el contenedor de basura
y obran con naturalidad:
Ellos saben ejecutar su papel; reproducen
el sentido de búsqueda. Todos buscamos
lo mismo: un sentido a lo que hacemos.
A eso vinimos.
La búsqueda puede ser más o menos
infructuosa, según interpretemos el
papel asignado.
Mas descontracturada, en otra epifanía
descubrí que era tarde y aún no había
sacado la basura.
Entonces, puse manos a la obra:
Somos lo que hacemos, no hay misión;
el papel sirve para absorber la humedad
natural de nuestros residuos.
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