(Carlos Inquilino)
Ayer adopté una piedra,
no tenía mayores atributos;
pero estaba sola, abandonada
y me generó empatía.
No conozco su origen -podría
haber sido la piedra del escándalo-
pero no me importó:
Menos averigua Dios y perdona.
No es necesario conocer el pasado
para adoptar.
Ya tenía una, creo que la aceptó:
Hasta ahora no hubo ningún
conflicto.
Sólo nosotros generamos conflictos
y empatía, y somos libres de adoptar
objetos, sujetos y creencias, según
creamos necesario.
Luego, nos adaptamos a sus necesidades.
Cada uno busca lo que necesita, para
adoptarlo y dejar de necesitarlo como
un empedernido.
Quién esté libre, que arroje la primera
piedra cuando llegue su turno:
Hay que tener una mano libre para
arrojarla, por insignificante que sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario