(Remigio Remington)
Dos puntos tiene el camino,
a saber: de partida y de llegada.
Son casi idénticos.
Pueden unirse con una línea
de puntos, tal es la naturaleza
de todas las líneas.
Dos puntos que se juntan
no hacen una línea, pero
no hay línea sin puntos.
Cualquier punto puede ser parte
de tu línea de tiempo, o incluso
de una ajena como ésta.
Todas las líneas son opinables
en el tiempo. Distinto es si nos
dirigimos a otro punto, me apunta
el apuntador:
No es lo mismo un punto que una
punta; la confusión genérica podría
dejarnos en el camino, o peor:
Fuera de juego.
¿Cuántos puntos hay afuera?
Podrían ser infinitos, hay cosas que no
controlamos todavía; compartimos
diferencias en este punto.
Pero si observamos el comportamiento
de dos puntos cualesquiera, fuera de control
podemos terminar en cualquier parte,
encontrarnos con la puntería perdida, flotando
en el vacío como un punto suspensivo
que no sabe dónde está parado, ni por qué
pasó lo que pasó.
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