(Florencio Cusenier)
No me gustan los planos cortos
ni los pianos demasiado afinados.
Afinar con todo el mundo
o una parte
es una elección de vida:
Con algo hay que afinar.
No hay que confundir la desafinación
positiva con la disonancia cognitiva.
II
Con su lengua enguantada,
el escatólogo de élite desguaza
y desmenuza sintagmas y morfemas,
adverbios y sufijos y progresa,
profanando los anales de la tradición
oral, desmontando mitos y leyendas
infestados de errores mal interpretados
que provienen del pasado.
Descubre otras etimologías propicias
para el goce opinable de la carne, signos
muertos y elementos vestigiales de alguna
polución divina que no alcanzó a resolver
en el buen sentido, junto a otros
elementos residuales.
Disecciona en forma incruenta
material atávico de presas fracasadas
que no llegaron a destino y demoraron
la evolución.
III
Y algunos cadáveres que es
difícil identificar pero fueron útiles
a la descomposición organizada
para que nadie nunca diga nada
inconveniente.
¿Acaso alguno se arrepiente del progreso
de su lengua, o de las divisiones operadas
para ser más precisos?
Hay que afinar la puntería y mejorar
la afinación para conquistar afinidades.
El escatólogo controla sus esfínteres
con interes científico e idoneidad
profesional.
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