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lunes, 30 de septiembre de 2024

Propiedades del número primo

 

(Eleuterio York)

 

Veintitrés vientres opuestos por

el vértice disponen sus volúmenes

en paridades practicables.


Aspiran a replicar funciones repetibles

respetando las variables hasta el cansancio

propio, prójimo o ajeno.


Vientres veintitrés, superpuestos, contrapuestos,

yuxtapuestos practican posiciones posibles o

virtuales entre opuestos verticales como vértices

enhiestos opuestos por el vientre.


Se produjo un error:


Veintitrés no es múltiplo de nadie,

no es divisible por tres, ni por dos,

ni por Dios.


Falta un sujeto que lo asuma, sólo Él

podría subsanarlo con éxito.


Un vértice ajeno observó al pasar:

Tendrían que duplicarse para alcanzar

la paridad y poder gozar de apareamientos

múltiples.


-Es verdad, asumió un vientre dispuesto

a todo por su causa. Pero no hace falta

tanto: ¿Para qué estás vos? Sumate y

ganamos todos.


Y el vértice dejó de percibirse ajeno

asumiéndose parte de la suma

para que todos gozaran a la par

las propiedades de la condición

binaria, en sentido vertical u

horizontal.


Estimación del valor

 

(Serafín Cuesta)

 

No me creo más de lo que soy,

aunque podría:


No sería menos aceptable que

creer en dioses, semidioses, ángeles,

arcángeles y toda la diversidad del

colectivo sobrenatural, sin excluir

al demonio y su séquito de secuaces.


No es improbable que alguno crea

ser más de lo que es, o incluso menos.


Por el contrario, resulta verosímil

suponer que somos mayoría:


No disponemos de herramientas

para medir con precisión el valor

del ser, sea propio o ajeno.


Evaluar cuesta, sería una proeza

propia de seres sobrenaturales, hacerlo

con un resultado justo y preciso.


Si alguien lo lograra, estaría dispuesto

a creer en la función divina y todos

los superpoderes atribuídos.


No me creo más de lo que soy,

aunque tal vez lo sea. O bien, podría

ser más de lo que creo, dado que no

creo demasiado.


Tal vez los que creen, obtengan alguna

recompensa de sus superiores, o al menos

de algún ángel compasivo y extraviado.


Ser ángel es terrible, reconoció el poeta.

Pero en ángeles no creo, ni en arcángeles,

querubines o serafines.


Yo, Serafín Cuesta, hasta ahora no los vi.

Tampoco creo demasiado en mi: Podría

creerme más de lo que soy, pero no

conozco mi valor.


domingo, 29 de septiembre de 2024

Los recursos retóricos mejoran la calidad de vida de las palabras

 

(Germán Singerman)

 

-Lo que se repite se permite.


-Permitamé, no podemos repetir

cualquier cosa.


-Sí, se puede ¿Quién lo va a impedir?


-Creo que el sentido común, en primer

término.


-Vea, yo no creo en ese sentido, pero

si lo prefiere, podemos invertir los

términos: Lo que se permite se repite.


-Pero no es lo mismo…


-La inversión es una forma de repetición,

no sólo permitida, sino que aceptada y

valorada como una de nuestras mayores

conquistas. ¿Qué seríamos, si nadie

hubiera invertido en nosotros?


-Puede ser, pero su fin, el sentido de la

inversión, es el provecho, la utilidad. De

lo contrario, es un riesgo inútil que no

se justifica.


-Coincido, pero en este caso mi inversión

está justificada: consiguió su aceptación.


-Bueno, una aceptación crítica…


-Como sea, aceptar es permitir, y lo que

se permite se repite.


-Pero tuvo que invertir.


-Lo acepto: Lo que se repite se permite.


Una buena consigna

 

(Wilmar Bordenave)

 

Adopté una consigna

que siempre repito

y respeto:


Es bueno tener algo para

siempre repetible.


Puede haber mejores, pero

conseguí ésta que es

bastante respetable.


Al principio dudaba, y

la tomé en consignación.


Luego, al repetirla en el tiempo

me convenció: Mi consigna

funciona, a mi me funcionó.


No sé si es para todos en toda

ocasión. Si lo supiera, creo que

la compartiría; por ahora me la

reservo para no generar confusión.


Además, no me pertenece; sólo

la adopté en consignación para

ver qué pasaba.


Repito, a mi me funcionó

y es casi como que fuera mía,

pero no: Como consigné antes,

la tengo en consignación.


Todavía hay tiempo para adquirirla.

No sé, hay que ver si se justifica la

inversión. Tal vez sí:


Con el tiempo y la repetición

todo se justifica, las consignas son así.


Ésta podría ser una buena consigna.


sábado, 28 de septiembre de 2024

Los animales conocidos

 

(Amílcar Ámbanos)

 

No sabemos mucho de los animales,

pero hemos desarrollado una sana

convivencia.


No sabemos mucho, compartimos

nuestro mundo con ellos que, al

parecer, en su mayoría estaban antes

que nosotros.


No sabemos mucho de los animales,

aunque hay teorías peregrinas

que aventuran que descendemos de

una especie animal.


No sabemos mucho; lo cierto es que

con algunos nos llevamos mejor y

mantenemos relaciones amigables:


Hasta los hay capaces de despertarnos

buenos sentimientos. Podríamos amarlos,

quizás, pero sólo se ama lo que se conoce,

y no sabemos mucho de los animales.


Ellos tampoco saben mucho de nosotros:

Algunos ni nos temen.


viernes, 27 de septiembre de 2024

Memorias de un gallo impar

 

(Ermindo Renomé)

 

Señores, yo soy Fané,

gallo orillero y bilingüe

que en otros tiempos brillé.


Puede que algunos recuerden

mis hazañas, ya lejanas

y el brillo que sigue vivo

aunque yo ya decliné.


Señores, yo soy Fané,

gallo malevo y cantor

que en las buenas y en las malas

aguantaba la parada

o huía como el mejor.


Quién te ha visto y quién te ve.

Repito, para que sepan

los que entonces no tallaban:


Señores, yo soy Fané,

lenguaraz y pendenciero:

El gallo del cabaret,


gallo altivo y orgulloso,

muchas veces derrapé.

Confieso: perdí y gané,


pero nunca hube arrugado

y de nada me arrepiento:

Señores, yo soy Fané.


Siempre dispuesto al amor

y embalao para el querer,

a veces me fue peor

más nunca me sofrené.


Señores, yo soy Fané,

gallo bilingüé y cantor,

podrá haber otros mejores,

alguno más afinado,

pero yo nunca aflojé.


Puede haber desbarrancado

pero nunca en la parada

a nadie dejé de a pie.


Señores, yo soy Fané,

curtido en los entreveros

con diferente fortuna,

aún de pie, con pocas plumas,


nunca fui de cuidar huevos

ni envidiar plumaje ajeno

soy el que soy y lo asumo,

y jamás abandoné.


Para el que quiera saberlo:

Señores, yo soy Fané:

Nadie se ponga de pie.


Lo confieso con orgullo,

gané y perdí, como todos,

más nunca me afrancesé.


Señores, yo soy Fané.


jueves, 26 de septiembre de 2024

La conspiración asistida

 

(Onésimo Evans)

 

El mundo conspira a tu favor.

Tal vez no lo hayas percibido:

 

Es problema tuyo, no del mundo

que bastantes problemas tiene, y

sin embargo sigue conspirando,

como si nada, a favor tuyo y de 

todo el mundo.

 

No estás solo:


El mundo conspira a favor tuyo,

deberías agradecerlo antes de andar

conspirando como un necio.


miércoles, 25 de septiembre de 2024

El poeta reconoce sus deudas

 

(Elpidio Lamela)

 

¿Todo lo que hacemos, así como el

conocimiento que adquirimos o producimos

es para ser reconocidos, como afirmara el

poeta del que usted se reconoce discípulo?


-No, no diría discípulo; él nunca me conoció

y tampoco creo tener condiciones para ser

discípulo.


-Pero se reconoce deudor…


-Todos lo somos, en algún sentido, mal que

nos pese, lo reconozcamos o no. Todos somos

descendientes de alguna deuda más o menos

significativa y reconocida: Yo me reconozco

un descendiente.


-¿Se siente reconocido?


-¿En qué sentido?


-Al poeta.


-Sí, y también a otros en los que puede

abrevar para hacer lo que hago.


-¿Y se siente reconocido en lo que hace?


-No, sólo percibo una aceptación parcial, lo

que no es poco: Todo reconocimiento nace

de la aceptación.


-Aspira a ser justamente reconocido 

alguna vez?


-No, ninguna vez tuve esa aspiración, ni creo

en esa clase de reconocimiento. No necesito

aspirar a eso para hacer lo que hago; toda

aspiración genera dependencia.


-Eso contradice a su poeta…


-Él también tenía sus contradicciones, es

difícil no tenerlas; hay que aceptarlo.


-También es difícil vivir sin aspiraciones,

incluso para un poeta, supongo…


-Tal vez. Yo no aspiro a ser poeta, aunque

reconozco la emisión de aspiraciones.


-¿Y qué hace con ellas?


-No mucho: las observo, las acepto

y las dejo pasar.


martes, 24 de septiembre de 2024

Atavismos póstumos

 

(Eleuterio York)

 

Hay nichos de altruísmo

aún, a un lado del abismo

sobreviven nichos


que relucen cuando todo

anochece.


No son ecosistemas, no comportan

formas tributarias a la economía del

paisaje.


No son más que nichos provisorios

cavados en la noche silenciosa,

meros reflejos del pasado:


Tenues luces que despuntan

en la noche humana.


No tienen vencimientos que observar y

casi ni se reconocen parte del paisaje

visible que la evolución civilizara.


Hay nichos de altruísmo

a los bordes del abismo.


Discretos residuos que pernoctan,

sobrevivientes nichos de ultraísmo:

testimonios históricos de este

 anacronismo.


lunes, 23 de septiembre de 2024

La seguridad es un activo social

 

(Rogelio Rogel)

 

 

Vuelvo vencido…


-¿Está seguro?


-No, sólo convencido.


-¿Se venció, o se dejó vencer?


-No sé, no puede hacer nada.


-Entiendo ¿Cuándo asumió su

vencimiento?


-Creo que cuando me convencí

de que no podía hacer nada, más

que asumirlo.


-¿Y cómo hizo para convencerse?


-No lo sé…


-¿No está seguro?


-No, estoy convencido.


-¿Alguien lo persuadió?


-No hizo falta, ya estaba persuadido.


-¿Y ahí bajó los brazos?


-No, siempre los tengo hacia abajo.


-¿Le parece una actitud correcta?


-No sé, pero es natural: a mi siempre

me funcionó.


-¿Está seguro?


-No, estoy convencido.


-¿Y por qué vuelve, si ya está vencido?


-Siempre se vuelve, no se puede hacer nada…


-Bueno, al menos tiene una profunda convicción…


-Sí, sin convicciones nadie va a ninguna parte.


domingo, 22 de septiembre de 2024

En defensa de la capacidad ociosa

 

(Hildebrando Sábilo)

 

El ocio es la madre de todos los vicios,

afirman sus detractores, siempre renovados.


Este enunciado está viciado de nulidad

desde su propia contradicción semántica

y genérica:


El ocio es masculino. Podría maternar, tal

vez, pero no puede concebirse como una

verdadera madre.


Si bien existen opciones para reemplazarlo:

pereza, abulia, desidia o la simple pasividad

contemplativa (la búsqueda de sinónimos o

equivalentes resulta ociosa)


quienes asumimos la lucha activa en defensa

del ocio, sostenemos que es irreemplazable:


Es anterior a cualquier negocio y a toda

producción, algo tan innegable como que

todas las ideas y descubrimientos alumbrados

en la historia de la experiencia humana

tributan a su capacidad ociosa.


No hay creación sin ocio:

Sólo hay producción y reproducción.


Vale repetir: el ocio no es padre ni madre

pero todos descendemos de él. Nuestros

ancestros primates, eran criaturas altamente

ociosas.


Luego, toda la producción de conocimiento

como la filosofía y el arte, proceden y son

consecuencia de la condición ociosa, que

nos permite pensar en éstas, u otras cosas.


Si hay una madre a quien reconocer, con

todos nuestros vicios y defectos, esa es la

bacteria primordial, que en condiciones

naturales aprovechó su capacidad ociosa

para dividirse, dando lugar a la reproducción

indefinida que nos trajo hasta aquí, y aún

tributamos en busca de mejores definiciones.


La división se transformó en un hecho

productivo. Nosotros lo aprendimos, y

seguimos produciendo divisiones, aunque

los mandatos biológicos son ajenos a la

creación:


Nadie inventa nada obedeciendo mandatos.


La creación es hija del ocio, que es uno e

indiviso. El ocio creativo no existe, es sólo una

falacia para justificar alguna forma de producción

dudosa, como todas.


Existe la división del trabajo, pergeñada por una

mente seguramente ociosa que buscaba un sentido

para justificar su ocio:


El hombre siempre necesitó justificar lo que hace,

tanto como lo que no hace. Tal vez ese sea su

verdadero vicio.


sábado, 21 de septiembre de 2024

Otro testimonio sobre Dios

 

(William Arsenio Pereyra)

 

Diós estaba pensativo, su flequillo

abovedado oscilaba en las alturas

respondiendo al viento celestial.


-Perdón, pero Dios no lleva acento,

es un monosílabo.


-Él también es monosílabo.


-Es distinto, se acentúa para diferenciar

al pronombre del artículo determinante.


-Vea, Él lo determina todo y es un Ser

bien diferenciado: es ünico en su especie

y puede llevar los acentos que se le antoje

porque es Todopoderoso.


-No discuto sus poderes, ni la voluntad

divina, sólo que no necesita el acento

para diferenciarse y es incorrecto.


-No comparto su creencia de que lo

innecesario sea incorrecto: Diós ni

siquiera conoce la necesidad, y nada

de lo que hace es incorrecto ¿O tiene

alguna duda?


-Bueno, Él creó la necesidad, supòngo…


-¿Le parece un error? Por algo lo habrá

hecho, no podemos juzgarlo desde nuestra

visión limitada y conocimiento estrecho,

sujetos a necesidades temporales.


-Está bien, disculpe la interrupción.

Quisiera que continuara su relato de

ese encuentro ¿Qué más pudo observar

de Él?


-Tenía una gusanera a un costado, cerca

de la articulación del aza izquierda.


-¿Tiene alas?


-Puede tener lo que desee, para eso es Diós.


-Pero tenía gusanos ¿Desearía eso?


-Hay que entenderlo, hay cosas que escapan

al juicio de nuestro pensamiento acotado por

la condición material: Somos carne, Diós es

Amor y el amor nunca destruye…


-Pero son gusanos, lo estaban infectando…


-Esa es su percepción, bastante elemental

por cierto. Él no iba a matar a esos gusanos

ni a ninguno: Ha de saber que son emanación

divina y los respeta, incluso se compadece de

ellos que, ciertamente no eligieron ser

gusanos a diferencia de nosotros.


Ver bailar

 

(Florencio Cusenier)

 

La oportunidad

baila con los que están

en la pista.


¿Te vas a quedar parado

como un idiota, o sentado mirando

como bailan esos idiotas?


Te doy una pista:


La oportunidad se reproduce

por desomposición: ellas bailan

todo el tiempo, alrededor tuyo

bailan; mirá cómo te bailan y

provocan…


Ah, no las ves ¿Sabés por qué?

Porque sos un despistado, y mientras

no reconozcas el ritmo de la pista

en curso, no te vas a reconocer a vos

mismo y no vas a bailar ni con la más

fea:


Ni esa oportunidad vas a tener;

siempre te van a primerear.


Dejá que siga el baile, vos seguí

en lo tuyo. Ya te vas a arrepentir

de toda esta secuencia inútil que

no supiste aprovechar.


Después no digas que nadie te avisó.

Nadie sabe cuántas oportunidades más

van a pasar antes que termine el baile.


Aunque sea, probá bailar solo.

¿O sos de los que prefieren ver bailar?


viernes, 20 de septiembre de 2024

La función rítmica es anterior a todas

 

(Dudamel Rambler)

 

La velocidad de reproducción

es una ventaja biológica en el

mundo de los vivos.


Algunas especies la aprovechan

y se expanden a una velocidad

inédita para otras que también

se reproducen dentro del ritmo

del mundo de los vivos.


En el concierto de las nociones

frecuentables a la velocidad actual

hay ritmos genéricos y específicos

que pasan de un estado a otro, a una

velocidad menor o mayor.


El tiempo propio de los cuerpos

específicos, permite entablar distintos

ritmos que circulan dentro del mundo

de los vivos manteniendo la esencia

del instinto.


Unos y otros adoptan unos y otros,

y reproducen según convenga a la

necesidad ocasional:


La velocidad se adapta a la necesidad

del ritmo en curso, que sólo pide

obediencia.


Bailan los idiotas a su ritmo:

Unos y otros ya probados y aprobados.

Son los más útiles para reproducir lo

necesario:


En condiciones naturales, ellos reproducen

todas las funciones de su ritmo y repiten:

funciona.


Ya aprendimos a obedecer todos nuestros

mandatos reproductivos, a una velocidad

aceptable.


Reconocemos nuestras ventajas adaptativas

para adoptar distintos ritmos, según

convenga a la necesidad expansiva que

obedecemos como es debido, de acuerdo


a la selección natural y sus diversos ritmos

que hacen a la evolución, dentro del mundo

de los vivos que es el mismo que el de los

muertos.


jueves, 19 de septiembre de 2024

¿Otro desertor arrepentido?

 

(Remigio Remington)

 

A la entrada del desierto

me encontré un pescado muerto:


¿Pagaría por sus pecados

o pecaba de inocente?


¿Fue una muerte natural, había

prueba suficiente?


No me fié: Siempre supe desconfiar

de lo natural   ¿Quién puede estar

seguro de una muerte natural?


La muerte es la única certeza,

natural es sólo un adjetivo

y soy desconfiado por naturaleza:

No creo en los adjetivos naturales.


No estaba tan errado al dudar:

Todavía muerto, el pescado me miraba,

me miraba de soslayo (no era falsa mi

sospecha) con su único ojo tuerto.


Habrá muerto de sed, o bien se habrá

deshidratado: me dije para mi.


-No se engañe, forastero (me había oído,

su muerte era reciente o bien la resistía:

era reticente, resistente, resiliente: todavía

estaba frío al tocarlo)


-No me toque que me excito, y no es

agradable excitarse en plena muerte.

No soy de aquí, no sé cómo llegué a

estas playas. Creo que bebí de más, no

recuerdo: una noche de desenfreno, Ud.

sabe…


-No sé mucho de peces, no soy de pescar.


-Yo tampoco, del pez que fuí sólo queda

un participio pasado, una extensión inútil.

Todo se expande hacia el pasado cuando se

pierde la pasión. Creo que me excedí…


-Casi todo exceso es pecado; luego hay

que pagar.


-No, creo que no entendió: Ni la disipasión,

el descontrol del goce y la pasión, con sus

múltiples orgasmos son culpables. Lo que

me mató fue el pleonasmo.


martes, 17 de septiembre de 2024

Cuando te entrés a babear

 

(Hildebrando Sábilo)

 

Cuando te entrés a babear

y no encuentres el babero,

cuando sientas caer la baba

y se te achique el estuche

sin tener a quien te escuche:


Recordá  estos versos rantes,

rantifusos, canfinfleros.

humildes pero sinceros,



Dejá que fluya, viví tu baba a pleno.

Aviva el seso y despierta:


¿Te babeás en el sueño, y también

en la vigilia?

¿Al hablar te sale baba, y no

controlás esfínteres?


Lo mismo le pasa a los bebés,

hasta que aprenden a beber su baba.


Siempre hay un antes y un después:

No la desprecies, ni te avergüences

de lo que emitís: es tu baba, es nativa,

orgánica, amén de un signo vital:


Sólo los vivos nos babeamos, antes

y después de todo es un buen lubricante

 

¿Te babeás al saborear una empanada

de vigilia?


Está bien, en tu baba hay vida:

No la controles ni la entubes.

Dejá que fluya, libre, en la vigilia

y en el sueño:


Procedemos de un caldo primordial

donde había varias babas conjugándose

en nombre de la vida.


Toda baba es emanación divina:

(menos la baba del diablo)


Dejala ser en toda su expresión vital

y móvil. Dormí tranquilo y soñá don

Dios: Él te creó, a vos y a las babosas.


Soñá que en la humedad del sueño

Él vela por ti, te protege y te ama

y te regala un poco de su baba única.


lunes, 16 de septiembre de 2024

Exceso de equipaje

 

(Amílcar Ámbanos)

 

El poema es un viaje de ida,

Aída, entrás ahí, das lo que

tenías o creías tener y lo

olvidás sin más:


No hay nada que esperar,

el viaje concluyó y ya es

parte del olvido.


El poema es un viaje de ida,

como el amor:  sea a un Dios

o a un cuerpo cualesquiera dado,

hay muchos.


Hay muchos poemas, también,

que van y vienen antes de ser

olvidados como Dios manda.


Los mandatos divinos suelen

cumplirse, más allá de nuestro

amor a Dios, que nunca es tan

infinito como el Suyo, para el

que cree en el infinito. 


Todos creemos en algo, aunque

no sea tan pretencioso. Para

escribir un poema hay que creer,

al menos en la palabra, que como

objeto de fe es ciertamente dudoso.


Los poetas son como ángeles caídos,

Aída, que siempre se levantan para

volver a caer y no escarmientan.


El poema es un viaje de ida,

decía un viejo sin retorno.


Un viejo no tiene mucho para

dar, pero puede decir cualquier

cosa, más aún si es poeta.


Ellos tienen otras aspiraciones,

como los poemas hasta poco antes

de ser olvidados.


Reconozco que no

 

(Hildebrando Sábilo)

 

Reconocer es raro:

Ahora no reconocés,

antes tampoco.


Conocemos bastante poco

como para andar reconociendo:


Conocemos menos de lo que somos,

pero no estamos solos:


Podría ser una ventaja, aunque no

lo sabemos como para reconocerlo.


Sólo quien reconoce sus errores

puede evitar volver a cometerlos.

Pero no es seguro:


Nos reconocemos tributarios de la

repetición y cultivamos el hábito.


Hay que reconocer: Sin el ensayo

y el error y la repetición, nunca

hubiéramos producido conocimiento

útil.


Habría que reconocer:

No nos conocemos tanto como para

reconocernos pares, y siempre hemos

sospechado de la semejanza, tanto

como del prójimo y de su discurso

analógico.


¿Ahora no reconocés?


Yo tampoco; reconocemos sólo una

parte de lo que no conocemos, a saber:


Del error ajeno no se aprende nada;

del otro algo más, pero falta una parte.


Somos producto de errores del pasado

que siguen repitiéndose, como el poema

que, por su parte, sabe reconocer

en esta palabra simétrica, el espejo de

su reproducción especular.


domingo, 15 de septiembre de 2024

El mundo oye lo que quiere

 

(Manuel Lupanares)

 

Casi nadie tiene oído absoluto,

pero casi todos silban o silbamos.


Yo me abstengo de todo lo absoluto:

Cuando silbaba una sílaba incorrecta,

noté que nadie parecía detectarlo.


Es natural, casi nadie tiene

oído absoluto: Todo el mundo oye

lo que quiere, dentro de lo posible.


Fuera de eso, hay tanta incorrección

como sílabas vacilando para que casi

nadie las detecte.


Los charlatanes suelen ser buenos

silbadores, es raro que pifien una

nota o se coman una sílaba correcta.


Aunque conozco a un mudo

que silba como ninguno.


Puede que tenga oído absoluto:

Casi se lo pregunto, pero lo pensé

mejor y me abstuve.


sábado, 14 de septiembre de 2024

El camino verdadero (versión descartable)

 

(Teodoro Losper)

 

¿Cuánto falta para el infinito? Pregunta

el tripulante raso a su superior.


-Por ahora no lo sabemos, podríamos no

llegar nunca. Nuestro conocimiento es

finito y está en desarrollo.


-¿Alguna vez conoceremos todo?


-Estamos en camino, a medida que avanzamos

el horizonte se amplía, aparece más vasto y

más lejano. Es una buena señal.


-¿Cómo sabemos que es buena?


-Porque siempre se repite, y nunca nos

decepcionó.


-¿Hay que confiar en lo que se repite?


-¿En qué otra cosa, si no?  Podría repetirse

al infinito:  estamos en camino.


-¿En camino a qué, a dónde?


-Es bastante saber que estamos en camino.


viernes, 13 de septiembre de 2024

La palabra sana

 

(Elpidio Lamela)

 

La palabra sana,

sea como verbo o adjetivo

la palabra sana.

Incluso como sustantivo mántrico.


Somos semánticos por naturaleza,

todo cuanto somos y podemos ser

o desear, está ahí.


La administración de palabras sanas

mejora la tonalidad emotiva del cuerpo

semántico.


La palabra sana, tanto como enferma:


Uno elige las palabras que toma :

Los sanos no trafican con nociones

nocivas ni vocablos dudosos.


La salud del cuerpo semántico

se refleja en la elección de las palabras

que nos expresan como sujetos

de intercambio:


Todo cuerpo es un significante.


Desde el Orden Simbólico que nos

suscribe, cada uno arma su propia

sintaxis, a imagen semejanza del

mundo que nos emitió.

 

II

La historia humana, tiene su propia

sintaxis. Tal vez existan otras, pero

no nos interesan: Entendemos que

somos la criatura más interesante de

este mundo.


La palabra marcó el comienzo

de nuestra verdadera historia:

Antes de poseerla, sólo éramos

animales.


Nunca volveremos a serlo: la historia,

y la vida, son cosas que no tienen

retorno.


No los despreciamos, aunque sólo nos

interesan según su utilidad: ésto es lo

único que ha perseguido el hombre

a lo largo de su historia, y es sólo una

palabra.


¿Alguien pudo haber inventado algo

más útil?


Con la palabra, no sólo aprendimos a

producir conocimiento. Con la palabra

se persuade, se convence, se catequiza,

evangeliza y coloniza.


Le debemos la religión, la ciencia, la

literatura, la filosofía y la poesía.


¿Qué más se le puede pedir?


¿Sería sensato pedirle que sane?


No lo sabemos, pero no hay animales

psicóticos, esquizofrénicos, bipolares

o autistas: No existe la locura por

fuera del lenguaje.


Es razonable esperar que la palabra

que nos enfermó, también nos sane.


Es cuestión de fe, algo que sólo es

posible con la palabra.




jueves, 12 de septiembre de 2024

Los sedantes de antes

 

(Periferio Gómara)

 

Se acabó lo que sedaba,

los sedantes ya no son los

de antes; no seducen ni

enamoran.


Yo tampoco soy el que solía,

el exceso de virtudes mal

desarrolladas, puede echarlo

todo a perder.


Pero no me resigno:

Mal sedado o excedido

en ansiedades sin destino,


sigo avanzando

con mi sedentarismo a cuestas

y no pienso mover un dedo

por nada ni nadie que no lo

merezca:


El movimiento se merece,

la actitud no se negocia.


Sigo creyendo en mi capacidad

ociosa en pleno desarrollo.


No necesito ningún sedante,

hermano: yo no pienso relajarme,

serenarme ni calmarme.


El que me acepta bien, y si no

lo saco a patadas.


miércoles, 11 de septiembre de 2024

El interior del brillo

 

(Armando Labarrera)

 

Cultiva tu brillo interior,

deja que ilumine tu camino

hacia el centro de tí mismo.


Allí podrás reunirte

con la luz verdadera, y gozar

de tu abundancia interna y

soberana.


A partir de entonces, tendrás

suficiente iluminación para no

necesitar reflejar brillos ajenos.


Cultiva tu brillo interior:

Tal vez no lo aprecies, o brille

por su ausencia, pero es tuyo

y es auténtico.


Recuerda que en la oscuridad

puedes encontrar tu mejor versión:

Invertir en uno mismo nunca es

vano.


Controla tu consumo de energía

externa, todo lo externo nos es

ajeno, salvo la deuda.



El día del orgullo aborigen

 

(Aparicio Custom)

 

Dale tu mano al indio,

dale que te hará bien…


-Sí ¿pero a cuál? No veo

ninguno por acá…


-Bueno, ahora hay pocos. Pero

el que busca encuentra ¿Has oído

hablar del camino del indio?


-No: Anduve por mil caminos,

con pasaporte argentino, pero a

ese no lo conozco.


-Para el que mira sin ver, la tierra

es tierra nomás…


-¿Y qué otra cosa es?


-Hay tierras raras, está la tierra

diatomea y otras tantas. No es una

sola como la metáfora.


-¿Qué metáfora?


-La de arriba, pero tanto arriba

como abajo, la tierra es rica en

metáforas minerales y vegetales

¿Has oído hablar del amor a la tierra?


-No conozco el amor.


-Bueno, no es necesario, siempre hay

oportunidades para el que quiere

conocer. Te haría bien conocer un

indio y darle tu mano.


-¿Para qué?


-Encontrarás el camino, como ayer

yo lo encontré.


-Ah ¿el camino del indio?


-El verdadero camino a nuestros

orígenes naturales.


-¿Y había algún indio para darle

una mano?


-Bueno, en realidad es una metáfora:

Indios puros ya casi no hay, no supieron

desarrollar una esperanza de vida

interesante. Deberían reflexionar sobre

eso, tal vez se deban una autocrítica.


martes, 10 de septiembre de 2024

Reflexiones más útiles que otras

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Sólo avanzan y triunfan, quienes

son capaces de concentrarse en

el centro de lo útil, más allá de las 

circunstancias ocasionales y otras

cuestiones periféricas.


Buscan incrementar la utilidad de

todo, así como de aquellos que los 

rodean, e incluso de sí mismos.


Aprovechan todos sus recursos

para producir más utilidad, no

descartan nada que pueda resultarles

útil para alcanzar sus metas y lograr

lo que se proponen.


Sólo entablan relaciones útiles

y saben cómo volverse necesarios.


Su éxito consiste en abrazar la utilidad

parejo y sin fisuras, priorizando las

nociones útiles para aprovechar todo el

volumen de su vida útil.


Siempre aspiran a más, saben que el

éxito es cuestión de tiempo, y no se

detienen cuando lo alcanzan:


Van por más, saben que no existe un

éxito definitivo y su propia condición

efímera los impulsa a superarse:


No hay nada que no pueda superarse

con voluntad de concentrarse en lo

verdaderamente útil:   el éxito.


El éxito no puede ser más útil, sólo

es necesario conocer su fórmula y

repetir la aplicación, como cualquier

otra función.


¿Cuál es la función del éxito?


En principio, estimular la repetición:

Todas nuestras funciones abrevan en

ella, y es mejor ser funcional.


Necesidad y utilidad son dos caras

de la misma moneda:  Los útiles

siempre son necesarios.


Dios lo sabe, aunque no necesita,

ni aspira a ser más útil de lo que

siempre fue.


lunes, 9 de septiembre de 2024

Una bala puede cambiar tu vida

 

(Olegario Saldívar)

 

Una bala perdida

lustró la balaustrada,


el ala interna de la bala

siguió emitiendo un brillo

cintilante por un instante

cuando la bala ya se había

perdido.


De la última a del ala

de la bala, se formó un

sonido puro y como un ángel

fue elevándose como una oración

de gracia plena que regocijaba el

alma de las víctimas posibles.


Después lo supe: el proyectil

había sido bendecido, era una

bala bendita que disuelve o

neutraliza todo pecado conocido.


Hubiera agradecido que acabara

aquí su derrotero.

la hubiera atesorado junto a todos

mis pecados del pasado.


Pero la bala pasó de largo, no

conozco su paradero. 


Apenas alcanzó a lustrar 

mi balaustrada, como sólo

puede hacerlo una bala de bien,

debidamente consagrada. 


domingo, 8 de septiembre de 2024

El sentido de la vida

 

(Carlos Inquilino)

 

Un rumor se deslizaba

bajo las aguas del sentido.


Una cantidad innumerable

de peces discurrían, como

obedeciendo un destino

tal vez incierto.


Encolumnados en fila india

avanzaban en línea recta

hacia el Mar Muerto,

sin encontrar resistencia.


El rumor se deslizaba sin contratiempos,

como pez en el agua, siempre idéntico

a sí mismo.


Las aguas del sentido

siempre desembocan, como los mares:

Ellos lo hacen todo el tiempo, y esa

continuidad es lo que nos impide

percibirlo.


Los mares son emisión continua,

siempre están desembocando:


Si no fuera así, se morirían

y sólo sobreviviría uno:

El Mar Muerto.


El sacrificio justo

 

(Aparicio Custom)

 

-Crucificaron a otro pájaro inocente, Padre.


-Los sacrificios son para aplacar la ira de

los dioses, complacerlos y evitar que se

cobren más víctimas.


-Si fueran justos, los dioses no aceptarían

el sacrificio de vidas inocentes en ofrenda.


-Tal vez, pero ¿Cómo sabes tú que ese

pájaro era inocente?


-Todos los pájaros lo son hasta que se

pruebe lo contrario.


-Esa es una presunción dudosa. Si algo

hemos aprendido es que siempre es posible

probar lo contrario. Lo irrefutable, excede

la condición humana; La única verdad es

esta contradicción constitutiva, que procuramos

superar mediante el sacrificio; esa es nuestra

verdad. La otra el patrimonio divino, un secreto

que los dioses guardan para conservar vivo

el misterio de la fe.


-¿Y sólo podemos ofrecerles víctimas propiciatorias?


-Es nuestra forma de pago, debemos expresar nuestro

reconocimiento y mostrar sumisión.


-¿Es esa nuestra misión en este mundo?


-En verdad no lo sabemos, tal vez no haya ninguna.

Es poco lo que nos es dado conocer del Plan Divino:

Somos meras emanaciones tributantes.


-No es gran cosa para justificar esta fe...


-Pero conocemos el sentido del sacrificio: Casi todo

lo que hemos conseguido en la historia, procede de

él, el sacrificio, sea propio o ajeno, no importa mucho.


-Me temo que ese pobre pájaro no tiene ninguna culpa,

que pagan justos por pecadores…


-Escucha, hijo: De la justicia sabemos poco, la de aquí

escasea y es dudosa, es mejor confiar en la Justicia Divina.

Pero sí sabemos, que sin sacrificio no se consigue nada.



 
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