(Aparicio Custom)
-Crucificaron a otro pájaro inocente, Padre.
-Los sacrificios son para aplacar la ira de
los dioses, complacerlos y evitar que se
cobren más víctimas.
-Si fueran justos, los dioses no aceptarían
el sacrificio de vidas inocentes en ofrenda.
-Tal vez, pero ¿Cómo sabes tú que ese
pájaro era inocente?
-Todos los pájaros lo son hasta que se
pruebe lo contrario.
-Esa es una presunción dudosa. Si algo
hemos aprendido es que siempre es posible
probar lo contrario. Lo irrefutable, excede
la condición humana; La única verdad es
esta contradicción constitutiva, que procuramos
superar mediante el sacrificio; esa es nuestra
verdad. La otra el patrimonio divino, un secreto
que los dioses guardan para conservar vivo
el misterio de la fe.
-¿Y sólo podemos ofrecerles víctimas propiciatorias?
-Es nuestra forma de pago, debemos expresar nuestro
reconocimiento y mostrar sumisión.
-¿Es esa nuestra misión en este mundo?
-En verdad no lo sabemos, tal vez no haya ninguna.
Es poco lo que nos es dado conocer del Plan Divino:
Somos meras emanaciones tributantes.
-No es gran cosa para justificar esta fe...
-Pero conocemos el sentido del sacrificio: Casi todo
lo que hemos conseguido en la historia, procede de
él, el sacrificio, sea propio o ajeno, no importa mucho.
-Me temo que ese pobre pájaro no tiene ninguna culpa,
que pagan justos por pecadores…
-Escucha, hijo: De la justicia sabemos poco, la de aquí
escasea y es dudosa, es mejor confiar en la Justicia Divina.
Pero sí sabemos, que sin sacrificio no se consigue nada.
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