(Armando Labarrera)
Cultiva tu brillo interior,
deja que ilumine tu camino
hacia el centro de tí mismo.
Allí podrás reunirte
con la luz verdadera, y gozar
de tu abundancia interna y
soberana.
A partir de entonces, tendrás
suficiente iluminación para no
necesitar reflejar brillos ajenos.
Cultiva tu brillo interior:
Tal vez no lo aprecies, o brille
por su ausencia, pero es tuyo
y es auténtico.
Recuerda que en la oscuridad
puedes encontrar tu mejor versión:
Invertir en uno mismo nunca es
vano.
Controla tu consumo de energía
externa, todo lo externo nos es
ajeno, salvo la deuda.
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