(Germán Singerman)
-Lo que se repite se permite.
-Permitamé, no podemos repetir
cualquier cosa.
-Sí, se puede ¿Quién lo va a impedir?
-Creo que el sentido común, en primer
término.
-Vea, yo no creo en ese sentido, pero
si lo prefiere, podemos invertir los
términos: Lo que se permite se repite.
-Pero no es lo mismo…
-La inversión es una forma de repetición,
no sólo permitida, sino que aceptada y
valorada como una de nuestras mayores
conquistas. ¿Qué seríamos, si nadie
hubiera invertido en nosotros?
-Puede ser, pero su fin, el sentido de la
inversión, es el provecho, la utilidad. De
lo contrario, es un riesgo inútil que no
se justifica.
-Coincido, pero en este caso mi inversión
está justificada: consiguió su aceptación.
-Bueno, una aceptación crítica…
-Como sea, aceptar es permitir, y lo que
se permite se repite.
-Pero tuvo que invertir.
-Lo acepto: Lo que se repite se permite.
No hay comentarios:
Publicar un comentario