(Encarnación Segura)
Una colonia de dioses subrepticios
pasó como una nube desorientada
y me distrajo de mis quehaceres.
Hay que estar bastante distraído
para entender algunas cosas:
Así funciona el mundo, al menos
una parte: ésta, que supimos
colonizar a su debido tiempo.
Aunque aún estamos rodeados de
infinidad de colonias: algunas nos
detestan, otras resultan sospechosas;
no podemos conocerlas a todas.
Hay que aceptar la colonización
como algo natural, ni bueno ni malo:
Todo depende de las intenciones del
colonizador, que conoceremos una
vez consumada su empresa.
No olvidemos, nosotros también
fuimos colonia; no nos hagamos
los distraídos:
En cuanto uno se distrae es presa
fácil de cualquier emprendimiento
colonizador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario