(Hildebrando Sábilo)
Cuando te entrés a babear
y no encuentres el babero,
cuando sientas caer la baba
y se te achique el estuche
sin tener a quien te escuche:
Recordá
estos versos rantes,
rantifusos, canfinfleros.
humildes pero sinceros,
Dejá que fluya, viví tu baba a pleno.
Aviva el seso y despierta:
¿Te babeás en el sueño, y también
en la vigilia?
¿Al hablar te sale baba, y no
controlás esfínteres?
Lo mismo le pasa a los bebés,
hasta que aprenden a beber su baba.
Siempre hay un antes y un después:
No la desprecies, ni te avergüences
de lo que emitís: es tu baba, es nativa,
orgánica, amén de un signo vital:
Sólo los vivos nos babeamos, antes
y después de todo es un buen lubricante
¿Te babeás al saborear una empanada
de vigilia?
Está bien, en tu baba hay vida:
No la controles ni la entubes.
Dejá que fluya, libre, en la vigilia
y en el sueño:
Procedemos de un caldo primordial
donde había varias babas conjugándose
en nombre de la vida.
Toda baba es emanación divina:
(menos la baba del diablo)
Dejala ser en toda su expresión vital
y móvil. Dormí tranquilo y soñá don
Dios: Él te creó, a vos y a las babosas.
Soñá que en la humedad del sueño
Él vela por ti, te protege y te ama
y te regala un poco de su baba única.
No hay comentarios:
Publicar un comentario