(Dudamel Rambler)
La velocidad de reproducción
es una ventaja biológica en el
mundo de los vivos.
Algunas especies la aprovechan
y se expanden a una velocidad
inédita para otras que también
se reproducen dentro del ritmo
del mundo de los vivos.
En el concierto de las nociones
frecuentables a la velocidad actual
hay ritmos genéricos y específicos
que pasan de un estado a otro, a una
velocidad menor o mayor.
El tiempo propio de los cuerpos
específicos, permite entablar distintos
ritmos que circulan dentro del mundo
de los vivos manteniendo la esencia
del instinto.
Unos y otros adoptan unos y otros,
y reproducen según convenga a la
necesidad ocasional:
La velocidad se adapta a la necesidad
del ritmo en curso, que sólo pide
obediencia.
Bailan los idiotas a su ritmo:
Unos y otros ya probados y aprobados.
Son los más útiles para reproducir lo
necesario:
En condiciones naturales, ellos reproducen
todas las funciones de su ritmo y repiten:
funciona.
Ya aprendimos a obedecer todos nuestros
mandatos reproductivos, a una velocidad
aceptable.
Reconocemos nuestras ventajas adaptativas
para adoptar distintos ritmos, según
convenga a la necesidad expansiva que
obedecemos como es debido, de acuerdo
a la selección natural y sus diversos ritmos
que hacen a la evolución, dentro del mundo
de los vivos que es el mismo que el de los
muertos.
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