Translate

sábado, 31 de mayo de 2025

Saber no salva

 

(Encarnación Segura)

 

Nadie se salva solo.

Salvo Dios, sabemos

que siempre estuvo solo

y es nuestro salvador.


Porque es el que es

y todo lo puede

y todo lo sabe y sabe

que lo puede todo


(Podría, incluso, acabar

con todo:  Él sabe cómo 

hacerlo, sólo Él)


Y sabe, que sin él

no seríamos nada:


condenados a no ser,

no tendríamos salvación,

solos ni arracimados:


Se hace saber. 

 

 



viernes, 30 de mayo de 2025

Interesados abstenerse

 

(Manuel Santos Lupanares)

 

Si no fuese por el amor

el mundo sería un tembladeral

empantanado, sin que nadie

supiera dónde está parado.


El canto no tendría razón:


¿Con qué sentido cantarle a los planetas

y sus órbitas decrépitas de tanto repetirse?


¿Algún trasnochado le cantaría a la luna

si no fuéramos el planeta del amor?


¿Qué aspiraciones cabría emitir, sin una

épica propia que recuerde nuestra historia,

diferente a todas y amasada con amor?


Sólo tendría lugar el odio, ¿o ni eso?


Si no fuese por el amor, el mundo sería

un campo de batalla, una pura competencia

sin resolución, ni sentido.


Sí, no sólo el amor nos mueve, hay otros

intereses en juego, pero todos se vinculan

o tributan, de algún modo, al amor.



El amor a la acumulación es histórico,

y ha producido grandes obras y fortunas.


El amor es expansión, sentido en desarrollo

y voluntad superadora   ¿O no observamos y

gozamos su evolución?


Tiene una historia rica, el amor. Hace miles

de años que venimos cantándole, aunque no

es el mismo de otros tiempos, el canto.


Nunca es el mismo, el amor,  como ningún

recurso natural.   Pero hemos acumulado

cantos de amor en cantidad suficiente.


El canto acumulado no será renegociado,

aunque puede ser aprovechado como recurso

para producir otros cantos, adaptados a las

aspiraciones de hoy, con otras aplicaciones.


No somos los mismos que cantábamos antes,

ni somos lo que cantamos: Ahora hay otros

intereses entre los sujetos vivos, sean hijos

del amor o no.


jueves, 29 de mayo de 2025

Poema de reproducción limitada

 

(Pascual Rambler)

 

Tuve que carnear un poema

para darle de comer a los hijos.


Creo que lo entendió, es inútil

buscar culpables:


Se los encuentre o no, la culpa

sobrevive, y va a sobrevivirnos

a todos, más allá de las faenas

y los poemas.


La reproducción de la culpa

parece inevitable, aunque nunca

hubo responsables.


La reproducción es también

el principal problema del poema:

Contra los mandatos genéticos

no se puede hacer nada.


Alguien lo tenía que hacer, era

necesario y la necesidad tiene

cara de hereje:


Los herejes nunca dejaron de

reproducirse, como los poemas.


Me alivia un poco, pensar que

no sienten mucho los poemas:


Son casi organismos vivos, pero

carecen de sistema nervioso central.


(Al carnearlo, comprobé que en el

centro no había nada)



miércoles, 28 de mayo de 2025

El poeta subalterno

 

(Manuel Santos Lupanares)

 

Este momento es único e inédito,

pensó el poeta subalterno,

sin desmedro de lo que puede

repetirse del pasado.


¿Cuánto es?

Se preguntó en presente.


Al pasado le debemos todo:

Sin él, no habría nada para

repetir, nada que pudiera repetirse,

ni seríamos lo que somos.


Hasta el lenguaje, tal vez nuestra

mayor conquista, nos sería ajeno

ya que es tributario de la repetición.


Volvió a vac ilar involuntariamente:


Es difícil asumirse irrepetible

en este mundo signado por repeticiones

secuenciales que provienen del pasado.


¿Es el pasado, tan irrepetible como nosotros?


¿Somos lo suficientemente selectivos

al repetir, como lo es el Orden que nos reproduce

bajo el auspicio de la selección natural?


El poeta subalterno se asume y reconoce

en sus fuentes, que no son siempre las misamas

pero se repiten.


Sabe que no es original, y que no sería el que

es, ni haría lo que hace, sin aquellos poetas

que lo precedieron, esos padres subalternos.


martes, 27 de mayo de 2025

No sabía todo lo que ignoraba

 

(Dudamel Rambler)

 

Lo que no sé

era el título del poema

en el que trabajaba.


Con alguna vacilación,

pero confiando en mis recursos

naturales, avanzaba a un ritmo

aceptable y bastante llevadero.


Y mientras lo veía ir cobrando

forma, destilaba dudas y certezas

que llevaban a otras, en una

especie de asociación dichosa o

útil para la necesidad de encadenar

que hace al poema.


Libre asociación que alimentaba

el crecimiento del poema. Pero:


¿Estaba bien que creciera?


¿Crecía o se inflamaba? ¿o es lo mismo?


No importaba, podía seguir creciendo

en forma autónoma. Pensé en el mundo

y me detuve: él no se detiene.


Al nombrarlo, hay sensaciones encontradas.

En una, aparece como algo ajeno, que nos

excede aunque nos contiene. Pero en la otra,

el mundo somos nosotros, y lo que hicimos

con él, el mundo humano: el lugar donde

moramos y morimos.


El poema es un mundo, que brota desde

éste y sólo existe en él, aquí.


Y ahí creció mi sospecha: El crecimiento

indefinido del poema estaba remedando

al mundo en su modo de producción.


No sabía adónde llegaría, pero parecía poder

extenderse sin fin, mientras las condiciones

naturales lo permitieran.


No sé, reflexioné sin contradicción

cuando se hacía la noche: En la noche,

cargamos con todo aquello que no pudo

resolver el día.


El error estaba arriba, en el título,

demasiado ambicioso: Todo lo que no sé,

no puede caber en un poema, en ninguno.


La sensatez natural, me decía que había que

moderar las aspiraciones y elegir un título

más humilde y apropiado:


Por ejemplo, todo lo que sé, aunque el poema

quedara reducido a una mínima expresión.. .


No me convenció, hay muchas.





domingo, 25 de mayo de 2025

Madre Patria

 

(Cipriano W. Cifuentes)

 

La patria es un móvil

que perdura, hembra que sabe

moverse (no es sólo un mueble

de lujo ni un artículo de cama)


La patria gira como un ojo

gira sobre su eje o el tuyo,

acaso el nuestro.


Va y viene en todas direcciones

con un mismo sentido (¿no

sentís el llamado de la patria?)


Vela nuestros cultivos entrañables

como los enajenables: es el campo

propicio para cultivar la unidad.


Vela pajas, ajuares, bosques y

pesebres, propios y ajenos.


A diferencia del ojo patrio,

la patria no necesita moverse.

El ojo es soberano, casi autónomo

en relación al movimiento.


La patria es anterior a todo movimiento,

por eso para su ojo, cualquier movimiento

es sospechoso.


Ella conserva su lugar y puede llegar

lejos sin moverse, como el silencio omiso

de una coma en falta.


Lejos, como un ojo de halcón o águila

guerrera: No hay que perder de vista

que toda patria proviene de una guerra,

o un zafarrancho de combate.


¿Un sentimiento inexplicable?

Sí, como tantos otros, dirán los

enemigos de la patria.


Hay cosas que no se preguntan, al menos

hasta no haber jurado por alguno de los

símbolos patrios.


¿O el orden simbólico no es la patria

de todos, esa patria chueca?


Si hay algún apátrida que calle para

siempre y circule hacia el orificio

de salida.


Después la va a extrañar y va a ser tarde.

Sin una patria todos somos extraños,

forasteros, tributarios.


¿Cuántas patrias necesita un hombre?

Le pregunté a un patriota matriculado.


El me miró a los ojos, pero no me

dijo nada.


La patria y su ojo nos cobijan.

Ella puede viajar en una ojiva:

El ojo es una extensión del cuerpo

de la patria.


El ojo patrio en el cuerpo de un misil

disímil, que nunca es el mismo: (su

evolución es más veloz que la nuestra)

Cuando se lo detecta, es tarde.


La patria gira sobre su eje y ejecuta

los movimientos necesarios para que

nadie dude, ni olvide su valor intrínseco:


La patria está primero que todo, hasta

los piratas lo saben, aunque cambien de

bandera para engañar a sus víctimas

(Sin víctimas no hay patria)


Terminada la acción, vuelven a enarbolar

la suya, con los vivos colores de la muerte,

los colores patrios.


sábado, 24 de mayo de 2025

Nuevas tendencias en diseño poético

 

(Amílcar Ámbanos) 


Las herramientas tecnológicas.

hoy a disposición de todo, están

cambiándonos la vida, más allá

de sus efectos conocidos en el

dearrollo de la comunicación.


Ha abierto nuevos horizontes en

el quehacer creativo de quienes

trabajan con la palabra:


Ya no se escribe como antes, ni

hay que esperar a publicar un libro

para ser leído.


Los recursos poéticos se ampliaron

y multiplicaron. Algunos poetas ya

los están aprovechando, con éxito.


Los poemas ya no son lo que eran,

aunque aquellos sigan circulando

como testimonio de un pasado que

no volverá.


Con las herramientas incorporadas

por la tecnlología digital, el diseño

ha pasado a ocupar un lugar central

y protagónico en la función poética.


Ya casi no hace falta saber escribir,

basta aprender a usar los dispositivos

y las aplicaciones adecuadas..


Luego, con la asistencia de la I.A,

podemos acceder a los diseños más

avanzados y funcionales.


Hace poco, pude apreciar en mi pantalla

uno de estos poemas de diseño inteligente

que están cambiando, también, nuestra

forma de leerlos:


No era extenso, respondiendo a las necesidades

y valores del presente: Nadie desea demorarse

en lecturas fatigosas, ni verse forzado a pensar

más de lo indispensable.


Usaba distintos caracteres y letras de mayor

o menor tamaño. Lo más interesante, estaba

en la letra chica, aunque costaba leerlo:


Ahí ya había un mensaje: lo bueno, cuesta; de

lo contrario no se valora. Y también un ejemplo

de aprovechamiento semántico del volumen:


En el poema, todo significa y revela, no sólo los

significantes y la forma de encadenarlos: Hasta

los signos de puntuación, o su omisión.


Después, el tamaño de los caracteres se iba

reduciendo, hasta hacerse paácticamente ilegible

e ininteliglble. Como se puede deducir, ahí

estaba lo mejor del poema:


Esa metáfora que no necesita palabras..


viernes, 23 de mayo de 2025

Poema con fines de lucro

 

(Carlos Inquilino)

 

A nadie le interesa saber

cuáles son los verdaderos

fines de un poema.


Mientras responda a las

necesidades de la función poética,

y ésto pueda verificarse en forma

fehaciente, no importan sus fines,

manifiestos o no.


Basta con que funcione, y ofrezca

lo que se espera de un poema, es

decir que sea funcional, tanto a la

ilusión poética generada, como a

sí mismo.


Luego, trascenderá si lo merece,

más allá de los fines que lo mueven

y no tiene por qué confesar:


Son parte de su intimidad inapropiable.


Puede tener un fin deseado, como uno

inconfesable: ambos son válidos por

igual y eso no altera el valor del poema.


No se puede establecer el valor del poema

por los fines que tramita, ni por lo que

hace para alcanzarlos.


La mayor parte de nuestros fines no

se cumple, como tampoco los deseos:


Ningún poema es tan deseable como

quisiera su autor y esperan los lectores,

y pocas veces el poema encuentra al

lector deseado.


Eso explica la persistencia de unos

y otros, y que la producción poética

no decline.


Los poemas que funcionan como reflejo

siempre obtienen alguna aceptación: El

lector se siente reflejado en sus deseos,

carencias, visiones o vicios y celebra

esa comunión ocasional. La mayoría

de los goces humanos son especulativos,

se realizan a través de otros.


Pero el verdadero fin del poema, suele

mantenerse en secreto, y es lo correcto.


Por el contrario, éste poema no sólo no

lo oculta, sino que lo advierte desde su

mismo título, para no engañar a nadie

ni decepcionarlo.


Es probable que no lo consiga, pero el

poema se reconoce humano, y no hay

muchas cosas que hagamos los humanos

sin fines de lucro.


Un fin, es una aspiración o un deseo

que puede perfectamente no cumplirse.


El poema con fines de lucro, desde su

propia incorrección podría preguntar:


¿Hay un lucro justo? ¿Hay una justicia

lucrativa? ¿Hay algo más justo que

lucrar?


Pero no, no es tema del poema.




jueves, 22 de mayo de 2025

Grados de pureza

 

(Amílcar Ámbanos)

 

La suma de colores impuros

o secundarios produce un

color neutro casi puro,


mientras que de su semisuma

se obtiene un color puro.


-Disculpemé, eso no se entiende

¿No podría ser más claro?


-Bueno, sintetizando, la suma

de colores impuros, produce un

color puro.


-Disculpemé, pero eso no tiene el

menor sentido ¿Adónde está escrito?


-No sé si estaba, ahora va a estar acá,

en este poema, aunque podría estar

en cualquier otro, nunca se sabe.


-Sí, creo que no…


-Son muchas las cosas que no sabemos,

y ni siquiera sabemos si están escritas..


-Claro, podrían haber sido escritas ain

que nadie las leyera, como tanto poema

que fracasa por no tener sentido.


-Lo siento, pero me parece que le atribuye

un valor esagerado al sentido. ¿Acaso

cree que todo lo que hacemos lo tiene?


-Una buena pregunta. Incluso se podría

reemplazar sentido por valor, y sería casi

lo mismo.


-Es lo mismo, hay distintos valores

y sentidos; en ambos casos dependen

del sujeto suscriptor, que determina su

función y el lugar en las escala cromática:


La suma de colores impuros produce un

color puro.


-¿Podría hacer una demostración práctica?

Si lo hace, prometo creer.


-Sí, se puede, pero es muy difícil verificarlo,

ya que la transición es muy rápida y nuestra

velocidad de percepción resulta insuficiente:

La pureza no dura lo que uno esperaría, se

descompone en un suspiro.


miércoles, 21 de mayo de 2025

El secreto de sus ojos

 

(Elpidio Lamela)

 

Tenía un ojo desviado,

el otro no tanto, y eso

le daba o agregaba un

atractivo especial.


No era tan evidente el

desvío, porque oscilaba

y movía a la duda:


Si uno no la miraba con

suficiente atención, podía

no percibirlo.


A veces parecía que no,

no se notaba y todo era

normal hasta que en un

momento se pronunciaba.


Era difícil sostener esa mirada

sin desviarse ni distraerse,

hasta captar el desvío.


Eso la hacía más atractiva que

cualquier otro desvío. Al mirarla

uno esperaba ese momento para

despejar la duda:


Cuál era el ojo que iba a desviarse.


Es difícil sostener la duda y pensar

en otra cosa, sin desviarse del objeto:

Lo ambiguo seduce, atrae, inquieta

por su naturaleza imprevisible.


¿En qué momento se producirá

el desvío? ¿Sería consciente ella,

de él y de lo que producía?


¿Sabía que atraía, y lo usaba como

arma de seducción masiva?


¿Sabía lo que atraía, o era inconsciente y

no podía evitar, ni controlar la atracción

emitida?


Podría pensarse que nadie es consciente

de todos sus desvíos y sus efectos

colaterales: El inconsciente tiene

sus razones y ejerce su soberanía

al decidir lo que nos atrae:


Tal vez lo imperfecto, la asimetría

prometa algo más deseable que lo

que se ve a simple vista: Como un

desvío gozoso en otra dirección.


Acaso esa mirada oscilante, no sea

sino la parte visible de un cuerpo

que goza de todas sus asimetrías

y lo refleja provocando ésto:


La atracción, esa promesa de goce para

el observador avezado, que atraído y

capturado por ese desvío no puede

desviarse y separar los términos:


Los mismos que oscilantes, parecen

prometer algo distinto y no distante

como el goce de una perfecta relación

asimétrica.



martes, 20 de mayo de 2025

Otoño

 

(Aquino Lamas)

 

Las hojas caen,

y se disponen a cobrar

utilidad como material

compostable.


Es algo natural, como

la reproducción y la circulación.


Los ciclos se suceden,

los perímetros perimen y el verde

amarillea.


Amortece el amor

y la pasión se apaga.


Queda el apego, como reflejo

de lo que fue y no volverá a ser.


Las hojas caen, como saben hacerlo.


Algunos las barren como si fueran

basura, otros las aprovechan para su

compostaje.


Las hojas vuelven a caer

indiferentes,

como siempre.


Plagas indeseables

 

(Epifanio Weber)

 

Una plaga recorre la patagonia,

y está haciendo estragos:


Un animalito de menos de 1 kg,

pero un carnívoro voraz, capaz

de comer animales más grandes

que él:

 

Un depredador,  cuya reproducción 

está fuera de control.


Como nosotros, es mamífero

aunque no autóctono, sino que fue

introducido hace años por el valor

de su piel.


Era considerado un recurso para

la producción de tapados que,

aunque son abrigados, ya no se

usan:


La caída de la demanda desterró 

la industria,  dejó de ser negocio

despellejar visones.


El visón americano no lo sabe, y

sigue comiendo y reproduciéndose

sin ningún criterio, completamente

ajeno a las necesidades humanas y

su desarrollo sustentable.


Algo había que hacer para acabar con

este flagelo. Se están tendiendo todo

tipo de trampas, aunque sin mayores

resultados.


Las autoridades están estudiando otras

propuestas de los vecinos notables,

como importar algunos casales de 

lobizones americanos:

 

Son buenos cazadores y no le hacen

asco a nada.  Después, habrá que ver

qué hacer con ellos.

 

Tal vez le encontremos alguna utilidad

a la piel de lobizón, o al menos a su

carne, o a su aullido. 




lunes, 19 de mayo de 2025

Pingos

 

(William Arsenio Pereyra)

 

Se ven los pingos,

véase: ahí en la c

como en la cresta de la o,


obsérvese el respingo

de la vocal abriéndose:


ahí están, como se ve,

como chanchos en la arena,

embadurnados a sus anchas como

perros paralelos a sus colas:  esas

como cuellos de faisanes fariseos,

facetados y anodinos, casi listos para

el degüello.


Ahí están, como se puede ver,

empinándose hacia si como potro

desbocado a fondo que se le anima a

casi todo, como toro ensardinado en

rodeo ajeno que enajenado embiste

sin medida lo que sea que vea:


Enlodado hasta los tuétanos

no ceja ni repara, encharcado

en sangre propia, o ajena o tal

vez ambas, no le importa saber.


Ahí como se ve, en lo enlodado,

enchastrando arenas sin sentido:


Ahí están, esos son, no disimulan

ni escatiman fuerza al movimiento

desenfrenado: un zafarrancho de

energía dilapadada para nada.


Véase: Su puro instinto sobre

la arena inmóvil ya insensible,

cubierta de sudores, sangres y

fluídos seculares en exceso.


Ahí están, son lo que hacen

y es ahí donde se ven los pingos,

pringosos, desentrazados y haciendo

sus chanchadas sin medida, con todo

desparpajo.


Algo que no conduce a nada,

como se puede ver, casi como

ésto, al menos hasta acá.


domingo, 18 de mayo de 2025

Amor, goce y división de poderes

 

(Elpidio Lamela)

 

Babas benditas

circulan sin pudor

entre ávidas y lívidas.


Un paisaje que desciende

de sí mismo como hábito

propicio, del que se añoran

los añicos.


Cada generación

genera sus propios estímulos

y los fluidos necesarios para

el goce del amor.


Pueden confundirse, pero nunca

son lo mismo. Las evidencias

engañan a los ojos, como ejes

opuestos por el vértice.


El amor es divisible por Dios:

Descendemos de la división

primordial, progenitora, que dio

inicio a la reproducción del mundo

amable: Somos el planeta del amor.


En cambio el goce, es fruto de la

carne ¿O es ella quien desciende

del goce del otro?


¿Es todo lo que se conoce?


No, el goce es una propiedad de

la materia, aunque no toda: la que se

dice animada y altamente organizada.


¿Cuanto más se organiza, más goza?


No es seguro, pero menos averigua

Dios y perdona.


También nosotros gozamos de la capacidad

de perdonar, pero no se puede perdonarlo

todo, es lleva tiempo: Con el tiempo, lo que

no se perdona se olvida.


¿Sólo la organización vence al tiempo?


Habría que preguntarle a los vencidos; no

sabemos mucho del tiempo, y del goce un

poco menos:  sí, que tiene vencimiento. 


Sólo disponemos de un conocimiento

específico, individual y bastante parcial.


Con el goce no se puede ser imparcial,

ni neutro.


Sin embargo, sabemos que es una propiedad

de la materia, y de propiedades sabemos más,

gozamos de sus distintas funciones y de las

oportunidades de la apropiación.


Algunos goces dejan algo que desear,, pero

sin deseo no hay goce genuino y verdadero

sino equivalentes dudosos.


Hay mucho que aprender, todavía. Pero tenemos

tiempo, somos una especie joven, dinámica y

emprendedora.


En la medida que incorporemos el conocimiento

adecuado y útil, gozaremos cada vez más. Un

día gozaremos de todo.


Ahora, hay que saber gozar con propiedad

y organizarse como Dios manda.


sábado, 17 de mayo de 2025

Cantar del asalariado

 

(Rogelio Rogel)

 

No quise asalariarme.

No era mi vocación,

pero a falta de opciones

tuve que resignarme.


Te noto más adecentado,

me dijo un amigo asalariado

(ignoro si obedece a vocación)


Ahí reconocí el valor de saberse

asalariado. No importa el monto

del salario:


Puede que no alcance a cubrir

el costo de vida, ni la canasta básica

y parezca una miseria.


Pero es una seguridad, no hay tantas

y eso vale mucho en estos tiempos

de escasez de seguridades y valores.


Alcanzar la condición de asalariado

nos asegura la dependencia, que es

lo único que nos une a nuestros

semejantes: 

 

sean asalariados, aspirantes, 

descendientes, emergentes 

o dependientes.


viernes, 16 de mayo de 2025

Epitafios inéditos al costo

 

(Tomás Lovano)

 

Puedo escribir los silogismos más dudosos

esta noche, pero todavía no anochece:

Ahora anochece a las ocho, decía un poema

memorable del que sólo recuerdo ese verso.


Me gusta citar poetas memorables, eso me

asegura que no los copio: Prefiero repetirme

que copiar.


Podría escribir epígrafes lustrosos

como lápidas inéditas al caer la tarde,

pero caigo en la cuenta que cayó.


Puedo escribir por ejemplo: los ejemplos

no sirven para nada y servirme como ejemplo:

 

el cielo está cubierto y todavía

no se conoce a los responsables:


Nadie se cubre solo, hay un silencio cómplice

y mucha soledad encubierta.


(Todos sabemos que la soledad es mala

compañera, pero es mejor estar solo que

mal acompañado)


Podría escribir axiomas incunables, proverbios

envidiables y aforismos irrefutables. Podría

escribir retruécanos simétricos perfectos y

algún exceso verbal irreproducible.


Ahora es tarde y el cielo está cubierto

por la noche: El problema de saberse capaz

de mucho es que el tiempo no alcanza para

todo, y al final no se hace nada.


Tampoco significa que haya que sentirse solo,

somos muchos los que no hacemos nada

bajo distintos pretextos.


Puedo escribir los mejores epitafios

esta noche, como ofrenda perdurable

al mundo de los vivos, que no siempre

es el mismo:


Moré sin saber morar,

morí sin saber morir.


jueves, 15 de mayo de 2025

A preguntar se aprende preguntando

 

(Serafín Cuesta)

 

A nadar no se aprende nadando.

Si fuera así, nadie pagaría por

aprender y no habría profesores

de natación.


Se puede imitar a los que nadan,

y salir a flote, como tantas cosas

que se incorporan desde la

observación y la repetición, pero

no es lo mismo:


El nadador autodidacta nunca será

reconocido, y sabe que no podría

competir con un nadador verdadero.


En el agua, no somos todos iguales,

tampoco los peces.


No importa si es verdadero o falso

el volumen de agua en que se nada:


La verdad, nunca fue muy popular.


Hay muchos que viven y mueren

sin haber nadado nunca, lo que no

les impide repetir con éxito:


A nadar se aprende nadando.


miércoles, 14 de mayo de 2025

El valor de la nota

 

(Senecio Loserman)

 

Siempre tenía que dar la nota,

era la pregunta:


No respondía, no tenía esa respuesta.


¿Tenía o no tenía?


No sabía, vacilaba en silencio

y volvía a dar la nota

que era la misma que había dado.


No era un dador por naturaleza,

pero su falta de respuesta denotaba

algo peor:


un silencio redondo, cargado de

violencia incalificable, un silencio

redondamente indeseable como una

nota no deseada.


¿Merecía esa nota?


¿La aceptaba y reconocía por voluntad

propia como algo dado?


¿Era una nota justa, aunque no esperada

o era justo la nota equivocada?


¿Podía no haberla dado y evitar el mal

momento a todos como se evitan tantos?


¿Podía evitarlo y pasar desapercibido

dando otras notas sin que se notara su falta?


No tenía una respuesta acorde, no recordaba

el valor de las notas que responden como se

debe.


No sabía, hacía silencio y volvía a dar

la nota: la misma que había aprendido

a repetir como una muletilla coja

que vacila sobre una baldosa floja.


La única nota que resolvía en silencio,

un silencio que contenía todas las

respuestas justas.


 
Licencia Creative Commons
http//ahoraqueestasausente.blogspot.com se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.