(Periferio Gómara)
Vengo de una familia
de pescadores:
Generaciones de pescadores
transmitiendo la pasión,
el oficio y la vocacion
en sentido descendente.
Siempre fuimos pescadores
en el árbol genealógico,
pescábamos en familia o
solos, con distinta fortuna
pero nunca dejamos de pescar
desde antes que tuviera uso de
razón.
La pasión es anterior a la razón,
como la vocación pescadora lo es
al pez, y éste a su participio pasado.
Mi vida no hubiera sido nada sin
la pesca. No concebía al mundo
sin el verbo, el verbo encarnado.
el verbo pescado con o sin carnada.
Pescar es el oficio más antiguo,
o el segundo, y siempre mantuvo
la dignidad:
Al pescador nativo, le puede ir bien
o mal, pero nunca se prostituye, ni
corrompe y siempre vuelve al agua,
donce todo comenzó y todo recomienza.
Hasta en aguas servidas hay quienes
se aventuran y encuentran qué pescar.
El hombre siempre pescó, desde que lo
conocemos ¿Es un pescador nato?
El conocimiento de la pesca está unido
al conocimiento carnal:
Cuando Dios multiplicó los panes y los
peces, sus corderos ya eran pescadores
avezados.
Ahora pretenden que me arrepienta
de todo lo pescado;
Descubrieron el derech a la vida de los peces
como sujetos específicos. Yo puedo aceptar
que son seres vivos que crecen y se reproducen
y son comunitarios como nosotros, y hasta
forman familias como las nuestras.
Pero ellos también pescan, se comen unos
a otros y son tan o más pecadores que nosotros.
¿Quién de los dos pesca más, aunque cualquiera
mal haga?
Ellos pecan sin pasión, nuestra pesca es una extensión de la justicia divina.
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