(Gualterio Whiteman)
Un anticuerpo sano
está siempre disponible, y
antepone la unidad corporativa
a su interés individual.
Sabe que solo no podría hacer
nada y sería el hazmerreír del
enemigo invasor.
No confundir los términos:
Invasor no significa necesariamente
enemigo; habría que conocer sus
verdaderas intenciones, que podrían
no ser tan malas; no se debe prejuzgar.
No confundir los términos
invasor con inversor: La inversión
externa puede contribuir al desarrollo
interno, y a veces es la única salida.
Esta inversión semántica, por ejemplo,
no puede ser comprendida por ningún
anticuerpo. Él se uno a los suyos, y
ataca por igual a todo lo que reconoce
ajeno.
No le podemos pedir más, es su función,
el anticuerpo no tiene ideología.
Vos sí: No seas presa de ideologías
conspirativas que medran con valores
emotivos dudosos, como soberanía, nación
o pueblo, para sembrar la descomposición
y producir rechazo al desarrollo que traen
las inversiones y es la única salida.
No seas el hazmerreir del enemigo interno,
ese no es invasor; está acá entre nosotros,
nadie sabe cómo entró, ni cuándo.
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