(Tomás Mercante)
Toma control de tu salud.
Corta por lo sano:
Averigua cuáles son aquellas
cosas que puedes controlar.
Luego, empieza a desterrar
los hábitos menos saludables
ya identificados y controlables.
De a poco, irás tomando control
de todo, y notarás los cambios:
Para convertirte en alguien saludable
es preciso un control permanente:
La salud se pierde todo el tiempo
sin control.
Permanecer siempre bajo control
es un hábito saludable, tanto como
el autocontrol.
Los profesionales de la salud
aconsejan un control periódico
cada vez más frecuente con el
paso de la edad:
Sólo así, se puede gozar en plenitud
al llegar a esa edad de control continuo.
Sigamos sus consejos profesionales:
Ellos son sanos porque se controlan
entre sí, unos a otros, y es así como
venden salud.
Todos podemos controlarnos, es lo
más saludable que podemos hacer
para estar seguros en la vida:
Después puede ser tarde.
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