(Aparicio Custom)
Hay nichos de dicha
y nichos para la congoja
y el recogimiento resignado.
Hay nichos para el cultivo
de la resiliencia y el desarrollo
de la empatía.
Hay otros nichos, son muchos.
Algunos se reservan el derecho
de admisión, como el de los
poetas reconocidos y afamados.
Es correcto: si se acepta todo
desaparecen los verdaderos poetas,
la actividad se desmerece y deja
de ser una ocupación digna hacer
poemas.
La función poética se vería degradada,
quién sabe hasta dónde…
El prestigio y respeto conquistados
durante siglos por los grandes poetas
luminosos que nos precedieron e
inspiraron, se echaría a perder
en el mar de la confusión:
Otros medrarían con ello…
La dignidad es algo que merece defenderse,
casi tanto como la propiedad intelectual
y las otras, todas manifestaciones y conquistas
de la experiencia humana.
El sentido de propiedad también contribuyó
a desarrollar la noción de dignidad:
Es correcto que se la defienda.
Hay nichos de dignidad, de honestidad, de
ética y hasta de justicia.
Para ser justos, hay que reconocer que
todo tiene un costo. Y la dignidad no es
una excepción, aunque parezca lo contrario.
Es trabajoso sostenerla y mantenerla vigente;
acaso más que obtenerla, y casi tanto
como conseguir un trabajo digno,
sin estar capacitado.
Pero la dignidad aún sobrevive, hay nichos,
seamos sensatos y defendamos nuestros
nichos: Es lo que hay.
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