(Pascual Rambler)
Recuerdo la embestida
visitante: el cuerpo intervenido
por el hábito y sus cláusulas.
El verbo consumar
tendido gravitando a sus anchas
en la habitación dudosa
como un cuerpo.
La memoria es selectiva
hasta cierto punto; resiste algún
embate, otros no:
Su investidura declina pero
fluye, embutida entre unos rastros
que nadie ya visita.
Huye en sentido circular.
Recuerdo la embestida todavía
vacía como un cuerpo
abandonado por sus hábitos
más íntimos.
Después se puede andar desnudo
y sin referencias completando
la frase repetida:
Si te visto o te visito
no me acuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario